sanidad
El alto coste frena el acceso a un fármaco eficaz contra la hepatitis C en tres meses
Pacientes urgen al Estado que se ponga en el mercado ya que ahorraría dinero y evitaría trasplantes de hígado

Enfermos de hepatitis C urgen la autorización y abono del tratamiento por uso compasivo (restringido a casos excepcionales) de Sofosbuvir a los pacientes en lista de espera para ser trasplantados y a los que estén en situación de alto riesgo vital, así como una financiación extraordinaria, progresiva, mantenida en el tiempo y con priorización en el acceso al tratamiento de acuerdo a la gravedad de la enfermedad.
Las personas afectadas por ese virus unas 900.000 en toda España, tienen ahora una alta probabilidad de curarse con un nuevo fármaco que ya ha sido ensayado y que las restablece a su vida normal en tres meses, dejando atrás no sólo los costes que para el Estado supone mantener la calidad de vida de los pacientes con este virus, sino tratamientos constantes e, incluso, el trasplante como única posibilidad de supervivencia.
Sin embargo acceder al fármaco no es fácil pues su alto coste impide su puesta en el mercado por lo que la tristeza y la rabia de estos enfermos es doble ya que «sabemos que hay algo que nos puede curar pero que no se puede alcanzar. Si no existiera la posibilidad se resignaría uno pero así, es tremendo» dice el presidente de la Asociación Andaluza de Trasplantados Hepáticos, Manuel López García.
Esta asociación se ha reunido recientemente en el Colegio de Médicos de Sevilla con parlamentarios del PP e IU, miembros de la directiva de dicho entre colegial que preside Juan Alcañiz, expertos en la especialidad hepática y pacientes afectados para tratar las posibilidades que suponen los nuevos tratamientos contra el virus de la hepatitis C y transmitirle a los representantes políticos —los del PSOE también fueron invitados pero no asistieron—la necesidad de que el Gobierno tome medidas y afronte presupuestariamente la inclusión de esos fármacos en el mercado.
El Colegio de Médicos de Sevilla es receptivo con esa inquietud ya que viene trabajando en los últimos meses con las asociaciones de pacientes para aportar ayuda y soluciones a los muchos problemas que tienen estas organizaciones.
Dice López García «que se trata de un problema económico» que está abordando el Gobierno con una laboratorio cuyo nombre no desvela «pero aún no han llegado a un acuerdo».
Por su parte, el doctor José Pérez Bernal, director general de Trasplantes del Colegio de Médicos de Sevilla, subraya la eficacia de los nuevos fármacos en tan solo doce semanas y las posibilidades que brindaría al 2% de la población afectada por el virus de la hepatitis C, por no citar el considerable ahorro sanitario a medio y largo plazo para el sistema debido a los altos costes que actualmente genera esta infección.
«Entre 7.000 y 10.000 personas —tercia López García— mueren al año por este virus sobre el que por primera vez, desde que se conoció en la segunda mitad del siglo XX, hay esperanzas curativas. Aparte de evitar sufrimiento humano y de la recuperación de la calidad de vida que supone, el Estado se ahorraría muchos costes, muchos trasplantes pero claro, no quieren sembrar hoy para recoger mañana».
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