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SE ACTUÓ «SEGÚN EL PROTOCOLO»

Muere en plena calle engrilletado por la Policía Local tras alterar el orden público

El hombre, de 37 años, falleció mientras los agentes lo retenían a la espera de una ambulancia a causa de su estado de extrema agitación; la autopsia dirá si había tomado drogas

E. BARBA

Un hombre de 37 años falleció de un infarto en la tarde del lunes en plena calle, sobre la acera, después de haber sido engrilletado por parte de la Policía Local de Sevilla a raíz del desorden público que éste estaba ocasionando, según expusieron a este periódico fuentes municipales. La investigación abierta al respecto de la muerte de esta persona está a la espera de los resultados de la autopsia, que deben estar listos en las próximas horas, aunque se viene apuntando que el paro cardiaco se produjo por el estado de agitación extrema en que esta persona se encontraba, probablemente después de haber ingerido algún tipo de droga que le generó una reacción psicótica muy violenta.

De hecho, el fallecido, de nacionalidad española, había sido detenido por la Policía Local momentos antes de su fallecimiento por alterar el orden público, según se ha expuesto oficialmente. Ciudadanos habían dado aviso a los agentes municipales tras comprobar que este hombre venía por la calle Doctor Leal Castaño —ya muy cerca del hospital Virgen Macarena— corriendo descalzo y gritando por la calzada, entre los coches, con el consiguiente riesgo para los conductores y para su propia integridad física. A punto estuvo, de hecho, de estar atropellado. Además, también se apuntaba que el fallecido había intentado agredir a varios viandantes y que su estado era de «auténtica locura».

La Policía llegó poco después y procedió a identificar a esta persona y a retenerlo para que depusiera su actitud y se calmase dado el escándalo público que había generado. Pero este hombre no sólo no rebajó su estado de excitación sino que, según confirmaron ayer fuentes municipales, intentó agredir a varios agentes y permanecía preso de ataque de ira, lanzando golpes e insultando, por lo que los agentes procedieron a reducirlo «conforme al protocolo de actuación en estos casos» y le colocaron los grilletes para que no pudiera golpear a nadie.

Con esta persona engrilletada, se dio aviso a los servicios sanitarios para que se trasladaran al lugar a atenderlo ante el estado de agitación tan enorme que presentaba, propio de quien ha consumido algún tipo de sustancia estupefaciente. Pero mientras se desplazaba a esa calle la ambulancia, esta persona falleció de un infarto de manera fulminante. Cuando los facultativos llegaron a ese punto, ya era imposible salvarle la vida. Había muerto engrilletado por la Policía, desde la que se apuntaba ayer que en ningún momento se actuó con violencia ante ese caso sino que simplemente se le colocaron los grilletes para impedir que siguiera lanzando golpes, «tal y como establece el protocolo».

Según ha podido saber este periódico, los investigadores identificaron entonces al fallecido y, una vez revisaron su documentación se trasladaron al piso donde residía junto con otras dos personas. Al parecer, antes de salir a la calle en ese estado de alteración extrema había tenido una fuerte discusión con sus dos compañeros de piso. También se está investigando la relación de esta persona con la droga y si había ingerido algo antes de lanzarse a correr entre los coches, lo cual podrá comprobarse con los resultados de la autopsia que se le ha practicado. Desde la propia Policía, extraoficialmente se descartaba «por completo que hubiera una relación causa-efecto entre la acción de los agentes y la muerte. Pero habrá que esperar.

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