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Demandan al Ayuntamiento de Sevilla por un posible amaño en las oposiciones para bomberos

Un juzgado revisa las supuestas irregularidades en las preguntas y respuestas del examen definitivo

Demandan al Ayuntamiento de Sevilla por un posible amaño en las oposiciones para bomberos juan flores

E. BARBA

El Ayuntamiento de Sevilla ha sido demandado por supuestas irregularidades en las oposiciones para las 55 plazas de bomberos (de bomberos y de bomberos conductores) convocadas recientemente, y cuyas pruebas escritas se realizaron a finales del año pasado. Las preguntas, las respuestas y las calificaciones del examen teórico han sido llevadas por uno de los opositores que se quedó sin plaza a los juzgados para que éstos diriman si el procedimiento ha sido o no correcto. La demanda por la vía contencioso-administrativa se ha realizado después de que el Ayuntamiento desestimara varios recursos enviados por la persona afectada, según la cual, en las respuestas municipales no se daba explicación alguna de la negativa, lo que considera que es una prueba de su «clara indefensión».

En la demanda que deben tratar ahora los jueces se indica que en los exámenes se ha podido producir una manipulación, con la que se verían favorecidas algunas personas y, por lo tanto, perjudicadas otras. Por un lado, hubo un primer examen «tremendamente complicado», según el denunciante, donde sólo hubo un centenar de aprobados y el 7 fue la nota más alta. Después, en los otros dos exámenes más específicos, la tónica fue la misma. En el de materias comunes (legislación), se presentaron 900 personas, aprobaron 116 y la nota media de esos fue de 5,6; algunos, unos pocos, llegaron al 8 y al 9, según se traslada en la demanda dejando caer la sospecha de amaño. Los 900 exámenes tardaron en corregirse 68 días.

Redacción ambigua

Posteriormente, a la prueba escrita de materias específicas, se presentaron esas 116 personas que superaron la criba y, según señala la denuncia, algunas preguntas y respuestas —se daban tres a elegir— eran redactadas de manera que el tribunal pudiera tener margen a la arbitrariedad, pues eran inexactas o hasta erróneas si se tenía en cuenta la normativa. Después de ser reclamadas hasta en dos ocasiones adjuntándose la parte de la Ley que las regula, no se corrigieron ni se argumentaron ni se motivaron las negativas a esas reclamaciones, a tenor de lo que indica el denunciante, que pretende que se concluya que ha habido una manipulación. Se incluyen en la demanda, de hecho, algunas preguntas y respuestas que se prestaban a la confusión comparándolas con la normativa aplicable a cada caso, con «enunciados equívocos» o directamente erróneos, errores de transcripción, erratas y ambigüedades apreciables a simple vista que podrían dar que pensar. Además, se señala que pudo producirse arbitrariedad en la corrección de la prueba, colocándose en la demanda, de nuevo, varios ejemplos prácticos.

También se incluye alguna queja en torno a los requisitos para una y otra prueba, si bien la demanda está centrada en el tipo de preguntas y las opciones de respuesta, establecidas de tal modo, según el denunciante, que el tribunal podía «jugar» con cierto margen de arbitrariedad. De ahí a favorecer a algunos, habría sólo un paso. Se trataría de lo mismo que se viene investigando en la Policía Local con sus oposiciones, donde se han denunciado amaños para favorecer a personas cercanas al sindicato mayoritario. En ese cuerpo, el asunto fue investigado por el departamento de asuntos internos, la llamada Gepol, que en el caso de Bomberos de Sevilla no existe.

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