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CRUCES AL MÉRITO

Policías sevillanos que merecen medalla

La vida de un niño que se ahogaba con una cuerda o el rescate de la propia madre en un incendio. Las cruces al mérito que dará la Policía Local distinguen a auténticos héroes cotidianos

Policías sevillanos que merecen medalla ROCÍO RUZ

E. BARBA

El Ayuntamiento de Sevilla concederá este lunes sus condecoraciones con motivo del Día de la Policía Local, acto en el que serán reconocidos con 26 cruces al mérito con distintivo blanco diversos agentes. Habrá cruz al mérito con distintivo azul, el máximo, para José Márquez, un policía que «casi pierde la vida» cuando en la pasada Feria medió en una riña entre la camarera de una caseta y unos jóvenes que no querían pagar; uno de ellso lo esperó varias horas después en la puerta y le atacó con una botela rota, con la que le hizo un corte en el cuello muy grave.

Junto al principal condecorado, otros policías serán premiados por sus experiencias y servicios en lo que se jugaron el pellejo, como rescates en incendios, actuaciones fuera de servicio y casos de vida o muerte. Entre los destacados se encuentra Antonio Javier Galera, que tuvo que vivir el rescate de su propia madre en el incendio de su casa. Fue el 20 de diciembre cuando su hermana le dio el aviso de que el piso, en San Vicente de Paul, ardía y su madre estaba dentro. No pudo el policía derribar la puerta de la casa, que el fuego había atorado, con lo que optó por subir al piso de arriba para saltar desde el balcón de un tercero al de su madre, el segundo, entrando al salón desde el exterior. Su madre estaba atrapada e intoxicada por el humo, logrando sacarla a la terraza para ser rescatados ambos por los bomberos. «Escuchar a tu madre pedir auxilio al otro lado de la puerta es algo que nunca olvidaré y no le deseo a nadie. Tras esto que pasó, es como si los dos hubiéramos vuelto a nacer, cada día doy gracias por tenerla».

Otra condecoración será para los policías José Antonio Ortiz y José Manuel Arroyo por su extraordinario servicio el 2 de mayo, cuando rescataron a un niño de 4 años que estaba solo en un piso del Cerezo y se había quedado colgado con la cuerda de la persianaenganchada al cuello mientras jugaba con esta desde lo alto de su cama. El riesgo para su vida era evidente y cuando los agentes llegaron tras derribar la puerta de la casa estaba desvanecido y con poco pulso. Uno de ellos lo sujetó para que el peso no lo ahogara aún más y el otro cortó la cuerda. El pequeño salvó la vida y el padre, que estaba «de compras», fue detenido. La rapidez en la actuación de los policías derribando la puerta a patadas fue primordial. «Cayó desplomado en mis brazos cuando lo soltamos, pero en instantes rompió a llorar. Fue una sensación indescriptible», explicaba el agente Arroyo.

También será condecorado Juan Portillo, conocido por todos los agentes como «el Moro» y responsable de transmisiones, donde ha estado los últimos 22 años -de los 35 que lleva en la Policía- y «un verdadero padre» para sus compañeros, como estos mismos destacaban tras una larga ovación que le dedicaron. «Por su preocupación constante, ayuda y atención a sus compañeros en la vía pública. Por su profesionalidad, optimismo y la alegría que contagia y transmite a todos los mandos y policías, sirviendo de ejemplo en atención al ciudadano, al servicio, al compañero y al deber». Así rezaba el texto que justificaba la cruz al mérito.

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