Les dejan sin llaves, abrigo ni medicinas al cerrarles el parking donde tenían el coche

«Es lo más tercermundista que he vivido nunca» se queja Manuel García. El motivo de su enfado está en un coche que tuvo que dejar «durmiendo» el pasado lunes en un descampado, el trato que le dieron los trabajadores del aparcamiento y la noche que tuvo que pasar en un hotel con su pareja enferma, teniendo las medicinas en el vehículo y sin que le dejaran recuperarlas. Estos hechos ocurrieron, asegura, en el aparcamiento que hay en la plaza de Montepirolo, en Triana y que gestiona la Asociación de Parados Mayores de 40 años (PM40)

«El aparcamiento cierra a las 22.45 de la noche. Llegamos cinco minutos antes y ya nos lo encontramos cerrado», explica García. Él y su novia alcanzaron a ver cómo el encargado del recinto abandonaba el parking tras cerrarlo. «Eché a correr y le di alcance para explicarle que dentro del coche estaban nuestros abrigos, las llaves de casa, el dinero y hasta las medicinas de mi pareja, que está enferma», explica. El trabajador no se apiadó.

José, que era quien trabajaba allí en la noche de este lunes, reconoce que tuvo esa conversación: «Me alcanzó en San Jacinto, sí. Pero yo es que me tenía que ir a casa, que mi mujer está enferma», se defiende. No recuerda que le dijera eso el joven, solo que se fue «de malos modos». Otro de los trabajadores del aparcamiento, que se llama Manuel, no ve extraña la actitud de su compañero: «Lo cogió ya saliendo y le dijo que no abría. Eso sí es posible. Y que te lo diga mi compañero, más. Él una vez que cierra la cancela, no abre otra vez. No se para. Esa es su forma de ser».

Por esa «forma de ser» de la que habla Manuel, el joven y su novia tuvieron que pasar la noche en un hotel, cenar fuera y además buscar una farmacia de guardia para las medicinas, que se habían quedado en el coche. «El frío, los malos modos, el gasto... es injusto» se quejan. Porque además, lo más sangrante para este joven es que nadie se hace responsable. «¿A quién denuncio? No tienen CIF, no hay ninguna empresa ni responsable. Ni la Policía Nacional supo decirme de quién era aquéllo cuando la llamé». En todo caso él solo quiere que le paguen los 40 euros que le costó todo, es su única aspiración.

La historia de Manuel y su novia es llamativa. Y un mal rato para ellos. Pero de fondo está el problema de quién gestiona este espacio público.La asociación de parados de más de 40 años, que antes eran los Vovis, es decir, la PM40, es quien está detrás de este parking en Triana. Para ellos hay un convenio en vigor desde 2002 y exigen que si el Ayuntamiento quiere acabar con el acuerdo, se lo comunique por escrito. No aceptan otra forma.

¿Y dónde están los papeles del convenio? Carlos, que se presenta sin apellidos, solo como uno de los responsables de PM40, tiene varias explicaciones, algunas de ellas contradictorias: primero dice que no sabe dónde está la documentación que prueba que tienen un convenio. Luego asegura que los papeles los firmó el expresidente de la asociación, Manuel Acosta. Más tarde afirma que los papeles se los llevó Acosta y que por eso no los tiene. Para rematar con que sí, que los papeles están, solo que no sabe dónde, porque hay mucho desorden en la oficina.