Suscríbete a
ABC Premium

La universidad Pablo de Olavide investiga una supuesta red de tráfico de exámenes

Algunos docentes habrían detectado que algunos alumnos tenían copia de las pruebas. Se sospecha del «asalto» a la Intranet del centro educativo

La universidad Pablo de Olavide investiga una supuesta red de tráfico de exámenes abc

m. moguer

La Universidad Pablo de Olavide investiga una presunta trama de venta de exámenes. Varios docentes del centro habrían detectado que algunos alumnos estaban sacando notas inusualmente altas. Y que sus fallos en los exámenes se repetían siempre iguales. La sospecha de trampa se verificó vía confesión. Alguno de los investigados «cantó»: tenía una copia del examen antes de la fecha de la prueba. ¿Cómo? ¿Quién se la facilitó? ¿La compró? ¿Cuánta gente hay implicada? Esos son los interrogantes que quiere ahora despejar la Olavide, que está investigando el caso a fondo.

La Olavide sancionará a los alumnos por copiar y estudia sanciones más serias

Como destapó Félix Machuca en ABC de Sevilla en su «Sevilla Confidencial», se sospecha que podría haber una red de alumnos que se han hecho con la clave de acceso a la Intranet de la Universidad -o, al menos, a la de alguno de sus docentes-. Dichos alumnos habrían accedido a la Intranet de los profesores -donde guardan su documentación, correos electrónicos, sus fichas...- y habrían descargado los exámenes. Sospechan que dichos tests descargados podrían ser objeto de compra-venta entre algunos alumnos. De momento son sospechas, porque quienes han confesado solo reconocen que tenían copia de los exámenes y podría ser que no tuvieran nada que ver con el «asalto» a la Intranet. Queda por saber quién se hizo primero con ellas o cómo les llegaron.

Entre los alumnos circula otra explicación. Creen que algunos «listos» instalaron un programa informático en los equipos de las aulas -principalmente de la facultad de Empresariales-. Dicho programa copia automáticamente el contenido de los pinchos USB cuando se conectan al equipo. Así, cuando los profesores enchufaban la memoria USB al ordenador para descargar una presentación, apuntes o imágenes para sus clases, el resto del contenido se quedaba en el PC, sin que el docente lo supiera. Después solo había que entrar y «pescar» los exámenes de entre todo los archivos copiados.

La verdad, según fuentes cercanas al caso, está cerca pero no es del todo así. La Universidad detectó, es cierto, un programa de copia de claves en algunos ordenadores que usan los profesores. Ese software (Keylogger se llama), guarda las claves de acceso que se teclean en el equipo. Cuando el profesor escribe su usuario y clave para entrar en su documentación en el aula, queda registrado. Luego solo hay que volver a acceder a la cuenta y descargar los documentos que se deseen. Exámenes, por ejemplo. Y descartan la teoría de los USB: «Los profesores no usan pinchos de memoria en clase», explica un miembro del claustro.

El supuesto engaño se destapó, según un persona cercana al caso, gracias a la colaboración de los alumnos. «Hubo un comportamiento raro en uno de los exámenes. Muchos alumnos fallaron en el mismo punto y era sospechoso». Ahí se dieron cuenta de que algo no iba bien, pero fueron los propios alumnos los que dijeron la verdad: se habían filtrado exámenes.

Los responsables de la universidad están rastreando concienzudamente el caso. Se ha tomado muy en serio el asunto y, explican, han actuado en tres direcciones. Primero ha iniciado una investigación interna para determinar el origen de esa supuesta red de filtración y venta de exámenes. En segundo lugar ha iniciado un expediente sancionador a los alumnos descubiertos hasta ahora. Y en tercer lugar, ha reforzado las medidas de seguridad de sus sistema informático para blindarlo ante posibles alumnos «piratas».

Presuntos delitos

En cuanto a la sanción que se espera a estos alumnos, explican desde la Olavide que no solo contemplan las posibles medidas «normales» cuando se coge a alguien copiando. Este asunto trasciende la «chiquillada» de intentar engañar al profesor en un examen concreto -que no deja de ser un tema serio y tiene aparejadas unas sanciones, puntualizan desde el centro-. Quienes hayan usado las claves de los profesores habrían podido acceder a documentos privados. Y eso podría ser un hecho constitutivo de delito.

«El problema no es que hayan copiado, el problema es que se ha formado un mercado con claves, se ha violado la intimidad de los profesores», razona una fuente cercana al caso. Si se demostrase que es así, el asunto pasaría a la Justicia ordinaria. Y los castigos serían mucho más serios. Por eso el expediente de sanción iniciado por la universidad contra los alumnos descubiertos hasta ahora está de momento en suspenso hasta que se determine el grado de implicación de cada uno y, sobre todo, si el asunto lo resuelve la Justicia ordinaria o la investigación del centro educativo. Pero desde la Olavide inisisten: llegarán al fondo del asunto.

La universidad Pablo de Olavide investiga una supuesta red de tráfico de exámenes

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación