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VARIOS HERIDOS EN LA TRIFULCA

Un guardia civil y un policía nacional, a mordiscos y puñetazos en un pub

La Fiscalía pide cárcel para el guardia y el agente por una pelea en un bar de madrugada en la que se propinaron golpes con la porra y hasta se apuntaron con la pistola reglamentaria

E. B.

La Fiscalía de Sevilla ha solicitado penas de hasta dos años y medio de cárcel para un guardia civil y un policía nacional que protagonizaron una pelea en un pub. En ésta, el primero llegó a morder al segundo, que para defenderse incluso utilizó su porra reglamentaria y le rompió los huesos de la nariz a la pareja del guardia civil. Estos hechos serán enjuiciados en la Audiencia Provincial de Sevilla.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso E.P., el Ministerio Público solicita para el guardia civil dos años y seis meses de prisión por un delito de atentado con la atenuante muy cualificada de anomalía o alteración psíquica y el pago de una multa de 1.800 euros por tres faltas de lesiones, mientras que para el policía pide dos años y tres meses de cárcel por un delito de lesiones con instrumento peligroso.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 2.45 horas del 6 de diciembre de 2008, cuando el agente de la Benemérita se encontraba junto a su pareja y también acusada en un pub y, en un momento dado, iniciaron una discusión con otros clientes del local, lo que motivó que se personaran en el lugar dos agentes de la Policía Nacional. En ese instante, el guardia civil increpó a los agentes diciéndoles «venís cuando os sale de los cojones» y, «con ánimo de atentar contra el principio de autoridad que estos representaban», agarró al policía acusado por el cuello y la espalda y le propinó un mordisco en un dedo de la mano izquierda, momento en el que se abalanzó sobre ellos la acusada y comenzó a propinar a los agentes puñetazos y patadas.

En un momento dado, el guardia civil aprovechó para desarmar a uno de los agentes, cogiendo su arma reglamentaria y apuntándole con la misma, lo que motivó la intervención de otro dispositivo policial en apoyo del primero formado por dos policías nacionales, quienes consiguieron desarmar al acusado y reducirle utilizando la fuerza mínima imprescindible. En el momento de los hechos, el guardia civil tenía diagnosticado un trastorno mixto adaptativo y se encontraba tomando tres medicamentos antidepresivos y dos ansiolíticos. Además, ese día había consumido tranquilizantes y alcohol, lo que mermó «de manera significativa» sus capacidades intelectivas y volitivas.

Golpes con la porra

A consecuencia de estos hechos, sufrieron distintas lesiones tres de los policías nacionales, entre ellos el agente acusado, quien, «excediéndose de las funciones que le habían sido encomendadas, con ánimo de atentar contra la integridad física» de la pareja del guardia civil y «utilizando una fuerza desproporcionada a la aptitud de la acusada, le propinó varios golpes con la defensa extensible en la cabeza», fracturándole los huesos propios de la nariz.

No obstante, la Fiscalía también pide dos años de cárcel para la acusada por un delito de atentado y el pago de una multa de 1.200 euros por dos faltas de lesiones. Además, solicita que junto al guardia civil indemnice con 1.050 euros a tres de los policías nacionales. De igual modo, pide que el policía acusado pague una indemnización de 5.500 euros a la mujer por las lesiones y secuelas producidas.

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