tribunales
Se disparan las peticiones de custodia compartida
La Justicia se decanta porque padre y madre compartan la tutela, pero la batalla por la vivienda y la pensión alimenticia complican el acuerdo

Manuel y María se separaron hace ya varios años y la custodia del pequeño, de solo 7 años, quedó en manos de la madre. A él le tocaba pasarle una pensión de 250 euros al mes. Sin embargo, la situación económica de él cambió cuando se quedó sin trabajo. Hasta el punto de que tuvo que mudarse a vivir con un amigo que lo acogió en su casa. Entonces decidió pedir la custodia compartida para que el niño pasase la mitad del tiempo con la madre y la otra mitad con él. La Justicia se lo ha denegado porque estimaba que el niño no podía depender de un domicilio que, en este caso, ni siquiera era de su padre.
Otra historia distinta es la de Pepe y Marta, una expareja muy bien avenida que, una vez que cada uno de ellos había rehecho su vida por su lado, mantenía «buen rollo». Tienen un hijo común de 6 años y cada uno posteriormente ha tenido otro, fruto de su nueva relación. Hasta hace poco el chico vivía con la madre pero ahora han llegado a un acuerdo vía mediación y el niño pasa una semana con cada uno.Tienen custodia compartida sin necesidad de haber ido a juicio. Y sin problemas.
«Viajo tres días a la semana, pero quiero seguir siendo padre», dice otro que ni siquiera quiere que se sepa su nombre de pila y que quiere seguir viendo a sus hijos. Por ello, su caso no es pedir la custodia compartida sino lograr un acuerdo que le permita mayor flexibilidad para ver a sus dos vástagos.
Otro asunto resuelto con reciente sentencia favorable es el de V.M. y I.R., una expareja cuyos dos hijos (de diez años) han pasado a la custodia compartida tras una sentencia que dio la razón al padre que así lo solicitaba. Antes los niños estaban con la madre y el padre le pasaba una pensión de 400 euros por cada hijo. Ahora los jueces han dictaminado que la custodia sea para ambos ya que los menores «están estrechamente vinculados tanto a la madre como al padre y uno y otro gozan de la suficiente habilidad para asumir la crianza». Con el nuevo sistema los niños pasarán de una casa a otra cada mes y el padre pagará 250 euros por hijo.
Son solo algunos ejemplos de peticiones de custodia compartida, un fenómeno que se ha disparado en los últimos tiempos. Aunque el CGPJ no maneja estadísticas, el presidente de la Audiencia de Sevilla,Damián Alvarez, lo confirmaba hace unos días. Se han disparado estas solicitudes y en la sección II, la sala que lleva exclusivamente asuntos de familia, dictan sentencias de estas a diario.
Casi el 50 por ciento de ellas son favorables puesto que, como admitía el propio Alvarez durante la presentación de su memoria, «los niños quieren estar con papá y mamá». El problema surge cuando hay que reorganizar la cuestión económica. Y también cuando la petición, que normalmente procede del padre, esconde un trasfondo económico y solo busca rebajar la pensión alimenticia que debe pasarle a la madre.
Aunque el Código Civil introdujo la custodia compartida en la Ley del Divorcio en 2005, sólo algunas comunidades como Cataluña, Aragón o Valencia la tienen regulada ya que el Gobierno tiene, de momento, solo un borrador de proyecto de ley. Eso significa que, si no hay acuerdo, debe ser un juez el que regule ese régimen. Y ahí surge el problema. Hay que decidir no solo quien se queda con los niños sino qué pasa con la vivienda familiar y cómo se establece la pensión alimenticia.
«Más de una demanda se plantea con la pretensión de que se le asigne el uso de la vivienda o en la creencia de que no tendrá que abonar alimentos para los hijos», dice María Pérez Galván, abogada de familia que, en cualquier caso, cree que, si hay un buen acuerdo es mejor para los menores«que siguen teniendo presentes en sus vidas a papá y mamá». Y porque también favorece que la familia siga existiendo después del divorcio. Pero la letrada tampoco cree que la custodia compartida sea siempre la panacea para un divorcio. Y lo que tiene claro es que «el nudo gordiano» que genera mayores problema es la casa. «Se darían más custodias compartidas si no hubiera una vivienda a compartir», dice.
Ese aumento de las peticiones también lo confirma J.F.D.P., psicólogo que prefiere dar solo sus iniciales. El especialista achaca este boom al cambio que se ha producido en la dinámica educativa y en el rol al desaparecer el modelo tradicional en el que el padre trabajaba y la madre permanecía en casa. Ese sistema tradicional ha cambiado y también es evidente que el padre se implica cada vez más en la educación de los hijos. «Ese modelo empieza a chirriar y no responde a la realidad. Antes la custodia se daba de forma tradicional a la madre», dice el psicólogo.
En cuanto a la posibilidad de que muchos de esos casos escondan detrás un interés económico, parece claro que a veces ese interés es por parte de los dos. «Ese interés económico está en hombres y mujeres. Hay veces que él pide la custodia compartida porque no quiere pagar, pero también hay un interés de la madre en no dársela para no perder esa pensión». O por no perder la vivienda conyugal.
¿Alternarse en la casa familiar cada semana uno de los dos excónyuges? La mayoría lo ve como una «locura» ya que muchos «acaban quemando el colchón». O también están las que ponen un detective privado a su ex para comprobar si son buenos padres. Se pelean por si el niño duerme o no la siesta. Oespían al exmarido para ver si se lleva el niño al bar. El psicólogo también tiene claro que hay padres que «sufren terriblemente» cuando no pueden seguir ejerciendo. Por ello aboga por buscar el equilibrio y el acuerdo que contente a los dos progenitores. Al fin y al cabo, aunque tengan que cambiar de domicilio, los niños prefieren seguir teniendo padre y madre.
Para solucionar estas cuestiones y evitar el pleito está la mediación. Maria Rey, Eva Fuentes y Teresa Fidalgo, de Mediacuerdo, se decantan por sentarlos a hablar. Pero también por escuchar a los hijos, algo que se hace a partir de los doce años. En este caso, aunque los niños suelen querer a los dos, tienden a no querer moverse de casa. Y también recuerdan que la custodia compartida no exime de la pensión alimenticia. En esa solución influye todo:Si el padre tiene un horario más flexible lo tendrá más fácil que si trabaja hasta las diez de la noche. En cualquier caso, recomiendan probar un tiempo, como un mes, y, si funciona, firmar el acuerdo. Todo por el bien de los niños, los perjudicados.
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