Policías y guardias civiles instruyen a los alumnos sobre redes sociales

En el año 2006 un convenio suscrito por los ministerios del Interior y de Educación, al que se adhirió Andalucía, puso en marcha un Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar, que tenía en principio el objetivo de establecer una vigilancia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en los entornos de los colegios para evitar el «menudeo» de sustancias estupefacientes.

De ahí se pasó, previo acuerdo con la Federación Española de Municipios y Provincias, a una participación más directa de los agentes en los centros, a base de charlas a los alumnos, padres y profesores.

Situaciones conflictivas derivadas del acoso escolar, la violencia machista de adolescentes, el consumo de droga y alcohol y la existencia de bandas de delincuentes juveniles integran el catálogo de asuntos que durante el curso abordan los policías y guardias civiles que intervienen en el programa.

«En lo que incidimos mayormente es en el riesgo de Internet, porque ahí se toca todo», señala en declaraciones a ABC el capitán de la Guardia Civil Agustín Luque. Fue uno de los 25 mandos y agentes de la Benemérita que ayer recibieron diplomas por su participación en el Plan Director en la provincia de Sevilla, al igual que otros 25 integrantes de la Policía Nacional, en un acto presidido por el delegado del Gobierno, Antonio Sanz.

A través de las redes sociales se produce buena parte de los casos de acoso escolar, o de violencia de género. Una fotografía colgada en internet en la que se hace burla de la víctima o en la que aparece en una situación comprometida produce un daño irreparable, y se puede ver en todo el mundo. «En ese peligro es en lo que más insistimos», subraya el capitán Luque. «Internet es una maravilla, pero tiene todo lo bueno y lo malo que hay en la sociedad». Los alumnos, en tales casos, deben saber las consecuencias que pueden tener sus actos. Lecciones que también reciben los padres y los propios profesores, para que ejerzan un mayor control sobre los pequeños.

Las charlas van dirigidas preferentemente a estudiantes de 12 a 16 años, y duran más de dos horas. Están amenizadas con vídeos, fotografías y hasta con escenificaciones. A los de Primero de Secundaria se les instruye sobre el acoso escolar, al ser la etapa en la que pasan del colegio al instituto; en Segundo se les habla sobre droga y alcohol; en Tercero, las lecciones versan sobre los riesgos de Internet; y en Cuarto se aborda la violencia de género, al ser la edad en la que, por regla general, comienzan las relaciones de pareja.

Para significar el «peligro» de Internet, en ocasiones los agentes solicitan con antelación los nombres de los alumnos y los localizan en las redes sociales. Al comenzar la clase los monitores «lamentan» algunas actividades y relaciones de los chicos, y cuando éstos lo niegan ven con asombro en una pantalla «momentos» de sus vidas. Es una lección que nunca van a olvidar.