Tribunales
Declaran culpable al teniente de la Guardia Civil de Sevilla acusado de tráfico de drogas y cohecho
El jurado popular que ha enjuiciado al exjefe de la Unidad de Seguridad Ciudadana subraya el interés de este oficial por adentrarse en grupos de marcotraficantes
El teniente de la Guardia Civil de Sevilla acusado de tráfico de drogas: «Era un chivo expiatorio de una historia más grande que se intentó tapar»

Ya hay veredicto contra Raúl P. M., teniente de la Guardia Civil y exjefe de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Sevilla, tras ser juzgado por un tribunal popular en la Audiencia Provincial por delitos de cohecho, tráfico de droga y hurto. Por una unanimidad, el jurado ha declarado a este oficial culpable de los hechos.
Según el veredicto del jurado, que se ha leído este viernes a las 10.17 horas, Raúl P.M. quería adentrarse en organizaciones del mundo del narcotráfico para ganar dinero. Para ello se valió de los contactos de José María C.C., quien conocía a varias de estas bandas por tener un negocio de compraventa de motos de agua.
Raúl P.M. facilitaba a los narcotraficantes datos de investigaciones abiertas por la Guardia Civil contra dichas organizaciones. Y ello a cambio de dinero. Pero como este oficial no tenía acceso libre a la base de datos, se puso en contacto con el que fuera jefe de la Unidad de Drogas de la Comandancia de Sevilla, quien por auto de un juzgado de la Audiencia Nacional tenía un papel de agente encubierto, para conseguir a través de este más datos.
El papel de este agente encubierto ha sido fundamental en la causa, como declaró el agente de Asuntos Internos que dirigió la investigación. Fue este agente encubierto quien puso en alerta a Asuntos Internos por los comportamientos extraños del oficial Raúl P.M., que ahora espera la sentencia de la magistrada-presidenta, Ángeles Saez. Sobre la mesa hay una petición de la Fiscalía contra este oficial de doce años y un mes de prisión.
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Pero los hechos investigados no terminan ahí. También ha sido declarado culpable de un intento de robo de 100.000 euros ocultos en un coche intervenido por la Guardia Civil en una operación contra el narcotráfico. Si bien, tras desmantelar el coche con José María y el primo de este, el otro acusado, Roberto O.C., no había nada dentro.
Pero el hecho más grave es la operación para robar una cantidad importante de hachís conservado en el depósito de la Comandancia de Montequinto. El plan fue ideado por el oficial y contó para ello con los otros dos acusados. La noche del 7 agosto de 2020 llevaron a cabo el intercambio de fardos. Se llevaron 29 paquetes de hachís y dejaron en el cuartel 16 paquetes rellenos de arena. El valor de lo robado era 1,5 millones de euros.
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Asuntos Internos, gracias al agente encubierto, estaba al tanto de esta operación. El robo se quedó en intento. Roberto y José María fueron detenidos a la salida de la comandancia y Raúl P.M. también en su coche oficial.
El jurado se ha opuesto a una posible petición de indulto o suspensión de la pena que se le imponga a los tres acusados. La defensa de Raúl P. M., una letrada de Madrid que el primer día aseguró no haber perdido ningún juicio con jurado, pedía la libre absolución de su cliente y, junto a éste, arremetió contra el agente encubierto, el verdadero «corrupto» en este asunto. Así, presentó a Raúl P.M. como un «chivo expiatorio» de una historia mayor, «sabía y sabe» muchas cosas de Sevilla.
Para el jurado popular, ha quedado probado que el teniente de la Guardia Civil colaboró con organizaciones del mundo de las drogas a cambio de dinero. Y como su puesto orgánico, jefe de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Sevilla, no le permitía acceder a datos de operaciones del Instituto Armado contra el narcotráfico se sirvió del agente encubierto, quien, según declaró el agente de Asuntos Internos, «engaño» a Raúl P. M. y sus colaboradores para hacerles creer que también era «corrupto».
A cambio de que el agente encubierto le pasara información le daban cantidades de dinero, hasta unos diez mil euros. Llegaron a pedirle, incluso, que ayudará a poner en libertad a un narco detenido en El Palmar de Troya por un alijo histórico. También le plantearon ayudar a uno de los acusados, José María, con un asunto judicial que tenía pendiente por fraude documental en su negocio.
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