Feria de Abril de Sevilla 2017

Y los fuegos cerraron la Feria de Sevilla más larga... y se volvieron a encender las luces

El Ayuntamiento volvió a encender la Feria después del espectáculo a las doce de la noche

Fuegos artificiales desde el Puente de Triana y Paseo del Marqués de Contadero. JUAN FLORES

M. J. L.

07/05/2017
Actualizado a las 09:08h.

Los fuegos artificiales han puesto el broche de oro a una Feria de 2017 diferente, extraña, más larga de lo normal y con la duda existencial de si ha merecido la pena el cambio. Lo que comenzó con un arranque muy sonado los primeros días en el real, con dos fines de semana y un festivo por delante dio paso a varias jornadas inconclusas con horas en las que no había ni un alma. Esta Feria distinta ha concluido también de forma distinta: al terminar el espectáculo, el Ayuntamiento volvió a encender el real.

La Feria del XXV Aniversario de la Expo'92 ha tenido sus momentos de gloria y también sus caídas. La mascota Curro fue la encargada de encender el Alumbrado junto a varios jóvenes de aquel 1992 dando el pistoletazo de salida a una cena del «pescaíto» inusual -que arrancaba en sábado- y amanecía en domingo con los soniquetes por sevillanas y la bulla del lunes festivo que vino y atascó el real. Literalmente.

Curro encendió el Alumbrado junto a jóvenes nacidos en 1992 JUAN FLORES

El barrizal de los primeros días , debido a los chubascos, no impidió que la Feria tuviera sus momentos álgidos, donde todo era una fiesta y los arroces, potajes y paellas se sucedían en las recepciones de las casetas. Mientras las mañanas contaban con poco público -salvo las contadas recepciones- y mucha furgoneta de reparto, las tardes eran de rebujito, de bailes por sevillanas , de mucho ambiente, de coches de caballos y calor a espuertas. El público abarrotaba el real en un día espléndido que costaba andar entre los coches de caballos.

Y los fuegos cerraron la Feria de Sevilla más larga... y se volvieron a encender las luces

Este año, los cambios también llegaron a las casetas y una de las grandes novedades esta Feria fue que allá donde tradicionalmente se instalaba la caseta de Abengoa (Pascual Márquez 225-229) se ubicó un espacio dedicado a los turistas y los foráneos . La algarabía dominaba y las raciones de jamón y queso volaban. También era la única que tenía cajero automático en todo el real . Otra caseta, la de la Esmeralda pasó a ser una caseta pública de gran formato. Y para novedades, los escenarios. El día de la inauguración hubo uno junto a la portada donde se amenizó con sevillanas tras el Alumbrado. El resto de días hubo otro con actuaciones programadas.

Ambiente en el real el jueves de Feria VANESSA GÓMEZ

Pero no solo de novedades vive el real. Tras el encendido de las luces, las sombras. Pasado el festivo, el real se levantaba a pleno rendimiento en las casetas, sin embargo, el público no acompañaba. Casetas semivacías en las horas centrales , que se animaban más bien entrada la noche. Carteras que pregonaban un respiro y el cansancio haciendo estragos ante tantos días seguidos. Incluso se pidieron firmas para que se vuelva al lunes de «pescaíto». Todo un cúmulo de sensaciones que a pesar de los buenos datos apuntados por el Ayuntamiento y de las innumerables batidas contra las botellonas, no hacen más que sembrar la duda de si los sevillanos quieren revivir lo mismo en 2018. Hagan sus apuestas.