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Feria de Abril de Sevilla 2017

La Feria de Abril, una terapia para depresivos

Psiquiatras y expertos aconsejan ir al real porque es positivo

Las fobias se tratan con exposición no con evitación PEPE ORTEGA

AMALIA F.LÉRIDA

Caballos, toros, cante, baile, negocio, feriantes, caballistas, figurones, mirones, sevillanos, extranjeros, gente sana, delincuentes , borrachos...

Sería interminable la cantidad de palabras con las que describir el universo de la Feria de Abril de Sevilla, en la que unos se divierten, otros trabajan y no hay que olvidar tampoco a los que no pueden ir porque son mayores, tímidos, depresivos o sufren de soledad, un colectivo mayor de lo que se cree.

Para ellos los psiquiatras aconsejan que miren la Feria con buenos ojos porque puede llegar a ser incluso una terapia para sus pesares .

«¿Es aconsejable ir a la feria? Por supuesto que sí , siempre sí y con mayúsculas, aunque solo sea por verla desde dentro. Es difícil concebir un problema, que no sea un impedimento físico serio, que pueda desaconsejar el disfrute de la Feria», dice el psiquiatra José Manuel García Lezcano.

Explica que «con prudencia, ni las fobias suponen obstáculo alguno, ya que éstas se tratan con exposición, nunca con evitación y,llevándolo un poco al extremo, podríamos decir que pudiera ser hasta terapéutico ir a la Feria». Pero, sin embargo, en su opinión, hay algo que en la Feria puede empeorar, y mucho, «que puede agrandarse y exacerbarse hasta lo indecible y es la soledad».

«Estar rodeado de gente no supone dejar de estar solo —dice— puede, incluso hacerte sentir más solo aún . La soledad puede hacerse más patente, más grande y puede suponer una carga tremendamente pesada de sufrimiento existencial el ver que, al contrario que tú, los demás parecen felices, gozando de esa comunicación, amistad y convivencia que tú buscas y que no tienes».

Cita a John Cacioppo , profesor de Neurociencia y Psiquiatría de Chicago para destacar que la soledad o la percepción de estar aislado, tiene consecuencias biológicas y cognitivas «tanto que aumenta el riesgo de muerte prematura en cerca de un 30 %».

Esta falta de comunicación , el aislamiento social, el recelo hacia los demás, la falta de convivencia y, sobre todo, la vivencia angustiosa interna de esa soledad, «plaga del siglo XXI», es un problema que «hace sufrir horrores y que puede acrecentar su vivencia negativa y producir un intenso dolor cuando, comparativamente, ves a tu alrededor alegría desbordante, amistad, convivencia, complicidad, comunicación…, y tú, solo». García Lezcano apuesta por encontrar un modo de que en la Feria la soledad pudiera combatirse con cierta eficacia.

«Si fuera así, y puede hacerse de forma individual e institucionalmente con recursos, profesionales y y voluntariado, la Feria sería, casi perfecta», termina.

Jaime Rodríguez Sacristán coincide con su colega al decir que «indiscutiblemente, la Feria tiene más de positivo que de negativo para las personas con depresión y soledad porque psicológicamente es beneficiosa siempre que no se hagan excesos, como todo en la vida». Las relaciones personales, la comunicación que se entabla y los estímulos del ambiente son positivo para estas patologías.

El psiquiatra aconseja a quienes sufren de depresión y soledad que «vayan a la Feria, a dar un paseo siquiera, a distraerse, que no tengan pereza y hagan un esfuerzo por salir de casa, aunque sea una ratito, no hay que estar allí doce horas ni tener una caseta porque les va a beneficiar el cambio de ambiente, cada uno en la medida de sus posibilidades».

Rodríguez Sacristán dice que la Feria es interesantísima desde el punto de vista psico-social y que se han hecho análisis sobre ella pero entre comillas. «No son científicos porque eso supondría un estudio masivo», dice. «A mí me llama mucho la atención—sigue— conocer el impacto que le produce a quienes van a la Feria sin caseta y miran desde fuera porque no pueden entrar , sobre todo los extranjeros que no están acostumbrados a esas imágenes. Eso es muy interesante psicológicamente desde el punto de vista grupal».

En cualquier caso, sea Feria o no, este experto advierte del peligro que conlleva algo que cada día se está viendo más en las consultas , en la calle y en la sociedad en general.

«Nadie habla con nadie y lo que es peor y subrayado tres veces: nadie escucha a nadie », termina Jaime Rodríguez Sacristán.

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