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Los 30.000 muertos que seguían cobrando la pensión por falta de control

Un informe del Tribunal de Cuentas, conocido este año, advirtió del pago en 2014 de 25,3 millones en pensiones a difuntos

La Policía ha detenido a una sevillana que ocultó la muerte de su marido durante cinco años para no perder la prestación

Una agente revisa uno de los documentos firmados por la detenida ABC

SILVIA TUBIO

El Tribunal de Cuentas , en un informe conocido este año, concluía que 29.321 pensionistas fallecidos siguieron cobrando su pensión en el año 2014; lo que supuso un desembolso , que a priori nunca debió realizarse, de 25,3 millones de euros, sólo en la nómina de diciembre de ese año.

El informe de fiscalización detectó escaso control de los decesos por parte de la Tesorería. Achacaba esa importante laguna a varios factores. Por un lado a errores en el cruce de datos con la Dirección General de los Registros, del Notariado y el INE; por otro, a que la Tesorería, según el Tribunal, no tiene implementado un sistema propio para detectar los decesos y dar de baja de manera automática a los pensionistas.

A este cúmulo de fallos se suma que las entidades financieras colaboradores tampoco fiscalizan si los titulares de sus cuentas han muerto. Transcurridos cuatro años del fallecimiento, prescriben las reclamaciones a los bancos de las cantidades que la Administración transfiere para el abono de pensiones.

El INSS rechazaba esas conclusiones afirmando que desde 2014 el cruce de información con Justicia es diario y el margen de error mínimo. Sin embargo, un nuevo caso destapado en Sevilla pone en duda esa aseveración.

Ocultar la muerte de su marido

La Policía Nacional confirmaba este viernes la detención de una vecina de Sevilla, que responde a las iniciales A.M.G. y de 67 años, por ocultar durante cinco años la muerte de su marido y poder así seguir cobrando una prestación económica que el fallecido disfrutaba. La sevillana se hizo de manera fraudulenta con más de 26.000 euros desde principios de 2010 hasta el año 2015.

Para fingir que su marido seguía con vida, la investigada falsificaba la firma de su esposo en la documentación bancaria y los papeles que les exigían las administraciones públicas. El engaño se mantuvo hasta el año pasado, cuando la Tesorería de la Seguridad Social detectó irregularidades en el expediente del pensionista y dio la voz de alerta.

Lo primero que hizo la Policía, al recibir la denuncia, fue comprobar el fallecimiento del beneficiario de la ayuda. Así supieron que había muerto a principios de 2010. Sin embargo, la Seguridad Social no detectó el deceso. Para ese organismo, el pensionista seguía vivo y percibiendo la prestación económica y así durante cinco años.

Después, las pesquisas se encaminaron a identificar a la persona que estaba cobrando la pensión en lugar del difunto, concluyendo a través de la firma de los documentos que había sido su mujer, ya que era la única persona que tenía acceso al dinero que se ingresaba en la cuenta corriente del fallecido.

La investigación policial la ha llevado a cabo el Grupo de Fraude Fiscal de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, quien puso a disposición judicial a la detenida por un delito de estafa. A.M.G. no contaba con antecedentes policiales previos y ha quedado en libertad con cargos.

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