Tribunales
Los acusados de robar una cadena de la Catedral de Sevilla dicen que se la encontraron en la calle
La Fiscalía pide para los cuatro jóvenes belgas una pena de multa de 180 euros por un delito leve de hurto en tentativa
Los cuatro jóvenes belgas, detenidos en la madrugada del pasado 8 de febrero por sustraer una de las cadenas que delimita el perímetro de la Catedral de Sevilla, han sido juzgados este miércoles. La Fiscalía ha solicitado que se les imponga una pena de multa de 180 euros por un delito leve de hurto en grado de tentativa.
En el juicio, que ha quedado visto para sentencia , no han estado los cuatro acusados, de edades comprendidas entre los 18 y 23 años. Tres chicos y una chica que a los pocos días de ocurrir los hechos tomaron un avión de regreso a su país. Según ha explicado uno de sus abogados, habían llegado a Sevilla por un viaje de estudios .
Las defensas han solicitado la absolución de los acusados y en caso de condena que se considere como atenuante el estado de embriaguez que presentaban los jóvenes. Su versión de los hechos es que aquella noche se encontraron la cadena, de 7,5 metros de longitud y muy pesada, en el suelo y decidieron llevársela. «Lo que se encuentra uno en la calle, no es de nadie . No había ánimo de lucro. Son unos chicos extranjeros, en un país extraño, que desconocían el valor que podía tener esa cadena para la ciudad», ha señalado la abogada que representa a dos de los acusados.
«Uno de ellos, que hablaba español, me dijo que por qué no podía coger la cadena», ha afirmado uno de los policías que intervino
A pesar de la ausencia de los acusados, la vista oral se ha celebrado en el juzgado de Instrucción 15 de Sevilla. Los dos policías nacionales que detuvieron a los jóvenes y el taxista que avisó a la patrulla han testificado. Uno de los agentes explicó que vieron a los cuatro chicos corriendo desde la calle Alemanes a García de Vinuesa y que poco después recibieron el aviso del taxista. Los interceptaron cuando trataban de ocultarse en un portal con la cadena .
«Iban contentos, por no decir borrachos»
Sobre el estado que presentaban los jóvenes, uno de los funcionarios admitió que uno de ellos «estaba gracioso». «Había alguno que hablaba español» y éste le dijo al policía que «por qué no podía coger la cadena».
Por su parte, el taxista, que dio la voz de alerta, ha contado que estaba dentro de su vehículo en la parada de la calle Alemanes cuando escuchó «un estruendo». «Vi por el retrovisor que se acercaban cuatro chicos». En un primer momento temió que pudieran hacerle algo, pero poco después observó que llevaban la cadena y avisó a la Policía. Sobre el estado de embriaguez también ha reconocido que los chicos iban «contentos por no decir borrachos» .
La pieza de hierro, de 7,5 metros de longuitud, carece de valor histórico y está tasada en 135 euros
Tanto los agentes como el taxista han admitido que no vieron a los jóvenes descolgar la cadena , algo que han aprovechado las defensas para insistir que no hay prueba de cargo contra sus clientes y mantener la versión de que la pieza estaba tirada en el suelo. «Al sábado siguiente cogían un vuelo para regresar a su país. Sabían perfectamente que la cadena no iba a entrar en el avión», ha afirmado uno de los abogados de los jóvenes.
Uno de los dos agentes que han testificado este miércoles ha advertido a la juez que el taxista había estado conversando con los abogados de la defensa antes de que empezara el juicio y declarara como testigo; algo que no está permitido.
Aunque la Policía Nacional destacó en un primer momento el posible valor histórico que tenía la pieza de hierro, una tasación posterior confirmó que la cadena vale menos de 400 euros . Hoy se ha conocido en el juicio que el valor exacto de la pieza es de 135 euros.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete