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URBANISMO

Los dueños del quiosco de los Jardines de Murillo, obligados a reformarlo

Renunciaron en verano a la concesión pero el Ayuntamiento impone que deben repararse los desperfectos antes de devolver el edificio

Aspecto actual del quiosco Las Tres Carabelas J. M. SERRANO

E. BARBA

En Sevilla, hasta los proyectos públicos más diminutos terminan cayendo en un bucle que hace que los meses, hasta los años, pasen sin que se avance un paso. Incluso retrocediéndose. Algo así ha ocurrido con el quiosco Las Tres Carabelas , en el Paseo Catalina de Ribera, junto al mismo acceso principal a los Jardines de Murillo . La junta de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó ayer un ultimátum de dos meses a la propiedad de este reducido edificio, que funcionó durante años como terraza-bar, para que ejecute obras de reforma con las que recupere el estado que tenía cuando el local fue adquirido en mayo de 2011.

En la junta se recordó que la propietaria, Terrazas de Sevilla S. L. , solicitó la renuncia a la concesión administrativa que había recibido -días antes de que Alfredo Sánchez Monteseirín dejase la Alcaldía-. Parece obvio que no tuvo nunca los recursos económicos suficientes para poner en marcha allí otro proyecto de restauración. Ya dio sus problemas, de hecho, con el otro quiosco que adquirió en la zona, el Cristales, que acabó siendo derribado por el Ayuntamiento a cambio de que se reformase Las Tres Carabelas. Pero los meses pasaron y nada se hizo en el único que se dejó en pie, cuyo deterioro ha ido en aumento hasta presentar un aspecto patético en plena zona turística de la ciudad.

Los dueños del viejo quiosco renunciaron a la concesión administrativa el 30 de julio pasado, con lo que la tramitación de la Gerencia de Urbanismo para recuperar el inmueble comenzó a funcionar y se envió a un grupo de técnicos para comprobar el estado de la antigua cafetería. Girada la correspondiente inspección, el servicio técnico de Parques y Jardines emitió un informe en el que se determina la necesidad de que la concesionaria realice determinadas obras para « restituir el edificio a la situación anterior a la concesión , lo cual resulta imprescindible para poder aceptar la renuncia formulada por la empresa adjudicataria». El plazo que se ha dado a los dueños es de dos meses. El gobierno local advierte a la propiedad, además, de que pasados estos dos meses se deberá comunicar el fin de los arreglos a Parques y Jardines para que desde esta área municipal se compruebe que se han realizado dichas obras.

En el informe técnico, al que ABC ha tenido acceso, se describe el estado actual del edificio, indicándose que se ha demolido todo el interior de la planta baja , toda la cubierta y el forjado , «quedando las viguetas metálicas a la vista, con la consiguiente exposición a las inclemencias del tiempo». Además, se han picado todos los paramentos verticales, tanto interiores como exteriores, dejando el ladrillo a la vista y sin protección, y se han desmontado todos los cristales que quedaban en la carpintería metálica exterior. La obra costará 17.650 euros a la propiedad.

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