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TURISMO

La escalada del alquiler por los pisos turísticos provoca el éxodo a las afueras de Sevilla

Los arrendamientos crecen un 8% desde enero. Pocos pueden asumir estos precios, inflados por el factor foráneo

Pisos en alquiler en Sevilla capital Vanessa Gómez

E. Barba

Más allá de los problemas de convivencia con los residentes, el auge del turismo y el consiguiente incremento de los pisos y apartamentos turísticos en el centro de las ciudades ha generado no sólo ganancias en algunos sectores sino también un par de problemas de índole económica de envergadura. El primero, la merma en las ganancias de los hoteles, aunque los últimos datos en lo que a Sevilla se refiere no sustentan precisamente esas tesis: según el Instituto Nacional de estadística, los hoteles sevillanos superan en un 42% la media de la rentabilidad de los hoteles de España a raíz del crecimiento de visitas de los tres últimos años. Al menos hasta el momento, no están notando mucho la incidencia de los pisos turísticos.

Pero en el segundo gran aspecto económico en que repercute la implantación de las viviendas turísticas sí se ha notado de manera ostensible el cambio, en este caso negativo: la subida de los precios de los alquileres en el casco histórico de las urbes, de los que muchos autóctonos deben huir al no poder afrontar las cifras actualizadas al alza. En el caso sevillano, entre los que sólo arriendan en negro para los turistas y los que los han vendido para que se hagan apartamentos, el Centro se ha quedado prácticamente sin oferta o con opciones a precios muy elevados, provocando un éxodo a la periferia similar al de los años 90 con la burbuja inmobiliaria.

El valor de los arrendamientos ha crecido un 8% en la primera mitad de año y, desde luego, no parece que vaya a bajar a corto plazo, con lo que, de largo, es el negocio más rentable de la ciudad actualmente. El precio medio de un piso de 90 metros cuadrados con al menos dos habitaciones ronda los 750 euros de media en la capital, según los datos de los portales y empresas especializadas, en las que se recalca que la mayor parte de los alquileres turísticos los realizan particulares. Eso sí, esta tendencia mayoritaria se va reduciendo conforme se va implantando en la ciudad la conocida plataforma Airbnb, que pone a disposición del usuario un amplio catálogo de propiedades para temporadas cortas. Este fulgurante negocio va a seguir creciendo en Sevilla, con lo que, de momento, los precios no bajarán.

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