El Eurofighter español vuela a graduarse en la prueba más exigente del mundo

La Base Aérea de Morón de la Frontera despidió durante el sábado a los pilotos y mecánicos que pasarán las próximas dos semanas en Nellis, Nevada, en los Estados Unidos , donde participarán en la «Red Flag 2017». Se trata de una serie de ejercicios que organiza el ejército norteamericano para un entrenamiento en condiciones de máxima exigencia con las que poder afrontar amenazas de gran complejidad. En definitiva, la «Red Flag» es una prueba de máxima exigencia solo al alcance de los más experimentados. Y, una vez más, el Ejército del Aire español estará presente en estos ejercicios.

Con esta, serán un total de nueve las participaciones del Ejército en estos ejercicios desde 1994 , la primera vez que Estados Unidos invitó a España, ya que es una de las pocas fuerzas aéreas del mundo con la capacidad para poder intervenir en este tipo de maniobras. En esta ocasión, será parte de la segunda edición de este año junto a las fuerzas aéreas de los propios Estados Unidos, Holanda y Singapur.

En total, cerca de 250 efectivos españoles, entre pilotos y personal de apoyo, participarán en estos ejercicios, bajo el mando del coronel Rafael Ojeda Copete , que estuvo acompañando a los medios de comunicación en este acto. Ojeda destacó la importancia de estos ejercicios «porque la seguridad global en el mundo actual requiere una Fuerza Aérea preparada, no solo a nivel nacional, sino también en cualquier parte del mundo donde nos ordenen operar», y para ello, la «Red Flag» es el máximo exponente .

Pero, además, esta participación es especial para el Ejército español, ya que es la primera vez que acudirán los Eurofighter C.16 de fabricación española, lo que da una muestra de lo mucho que han avanzado las prestaciones del caza. «El Eurofighter C.16 ha demostrado la madurez de su sistema y sus capacidades», explicó el coronel. A lo largo del fin de semana despegaron los diez cazas que llegarán a Nevada, siete desde de la Base de Morón, pertenecientes a la unidad Ala-11, y tres desde la Base Aérea de Albacete de la unidad Ala-14.

Era un día de orgullo para el Ejército del Aire , como se podía deducir por las palabras del general César Simón, quien señalaba «el interés que generan nuestras actividades, lo que es de agradecer», así como la importancia que tiene «transmitir a nuestra sociedad la cultura de Defensa». Y no era para menos el orgullo mostrado cuando las «estrellas» de esta jornada saltaron a la pista.

Tras una rápida explicación de las condiciones en las que se desarrollará la «Red Flag» , los pilotos españoles se acercaron a sus C.16, que rugían en la pista esperando a sus ocupantes. En un abrir y cerrar de ojos, rasgaron el cielo de Morón con el ensordecedor ruido de sus motores al alcanzar la velocidad de despegue. Por delante les quedaban varias horas de viaje, acompañados de dos aviones cisterna de la «Aeronautica Militare» italiana para el cruce del Atlántico . Una vez en Nevada, el repostaje correrá a cargo de los «Hércules» KC-130 de la unidad Ala 31, que también participará en estos ejercicios.

Allí les espera, en palabras del general Simón , «un escenario muy complejo, de alta amenaza y alta intensidad, donde la densidad de medios terrestres y aéreos es enorme y requiere una atención inmensa», en la que además tendrán que colaborar con el resto de países implicados. Serán dos semanas de preparación que concluirán en torno al once de marzo, cuando las fuerzas desplegadas emprendan su regreso a casa . Habrán concluido «un desafío importante para el Ejército del Aire, que significa sacrificio, esfuerzo, trabajo, dedicación, compromiso y entrega, pero sobre todo la ilusión de aprovechar esta oportunidad única en el mundo».