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Vuelos

Un fallo en el motor obligó a aterrizar al avión de Volotea en Sevilla

Los pasajeros relatan el miedo que se vivió durante la maniobra forzada en el vuelo Sevilla-Santander de este martes

La aerolínea de bajo coste española Volotea empezó a operar hace cinco años ABC

R. V.

Los 83 pasajeros que volaban este martes desde Sevilla a Santander en un avión de la compañía Volotea que tuvo que darse la vuelta a mitad del viaje, llegaron finalmente a Asturias a las 1.51 de la madrugada del miércoles. El resto del viaje hasta la capital cántabra lo tuvieron que realizar en autobús.

Según fuentes de la aerolínea española de bajo coste, el piloto del avión del vuelo 3269 que salió a las 18,24 horas del aeropuerto de Sevilla y que tenía que haber aterrizado en el aeródromo Seve Ballesteros de Santander a las 19.35 horas, se percató de un problema en el aparato apenas 20 minutos después del despegue . Tras informar al pasaje, volvió y aterrizó en el aeropuerto de Sevilla a las 18,55 horas.

Volotea dispuso otro avión por la noche, que aterizó en Oviedo a las 1.51 horas

Este aterrizaje imprevisto se resolvió sin incidencias. Tanto Aena como fuentes de la compañía destacaron ayer que la maniobra se desarrolló con absoluta normalidad, y que fue debido a un fallo técnico del avión. Según publica el Diario Montañés, se trataba de un fallo mecánico en uno de los motores que imposibilitaba la culminación del vuelo.

Así, el aterrizaje se hizo con el motor de emergencia. Ante la imposibilidad de reemprender el viaje con ese mismo aparato, la compañía canceló definitivamente el vuelo. Habilitó otro a las 23.30 de la noche, pero por el horario del aeropuerto cántabro, no pudo aterrizar allí, sino en Oviedo (Asturias), donde Volotea ha confirmado llegó a las 1.51 horas .

Aunque afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, la tarde que vivieron ayer los 83 pasajeros a bordo del avión de Volotea será inolvidable para ellos. Según relata Diario Montañés en su crónica, en esa media hora de maniobras se experimentó mucho miedo. «Ha sido un gran susto. Hemos pasado mucho miedo porque durante veinte minutos en el aire se oían golpes muy fuertes cerca del motor izquierdo, en la cola del avión. Al avión le costaba coger altura», decía Eladio García Alonso, uno de los pasajeros.

Otra pasajera relató cómo se vivió el momento en el que se inició el aterrizaje: «Se produjo un silencio completo y solo algunos murmullos nerviosos. Y no ha sido hasta que hemos puesto un pie en tierra cuando la gente ha sacado la tensión. A una mujer le ha dado un ataque de ansiedad y varias personas rompieron a llorar».

El miedo tornó en la indignación. Algunos de los usuarios manifestaron por redes sociales su descontento por la solución ofrecida. Pasaron más de cinco horas en la terminal sevillana hasta coger un nuevo avión que los trasladó a otro aeropuerto distinto al previsto. La compañía les entregó una tarjeta con 10 euros para gastar en cafetería.

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