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VIAJES POR EL MUNDO

La gran aventura de un Policía Local de Sevilla que recorre medio mundo en bicicleta

Junto a su pareja decidió dejarlo todo a principios de año y comenzar un viaje desde Tailandia y disfrutar de las aventuras del camino

Serafín Orejuela y Marleen Schaefer durante su viaje en bicicleta. P.V.

ÁLVARO GARCÍA

Sin duda una de las exclamaciones más líricas y más conocidas es la de Antonio Machado con su «Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino: se hace camino al andar». Es quizás una inspiración para el viajero o simplemente un poema que destaca la grandeza de vivir grandes experiencias viajando. Nada de soñarlas o imaginarlas, eso poco importa.

¿Se imaginan dejarlo todo y viajar con lo justo por medio mundo? Una bici, unas cuantas mochilas en las que guardar una tienda de campaña y algo de ropa, dinero y, lo más importante, voluntad. Es la historia que están protagonizando un Policía Local de Sevilla , Serafín Orejuela (Barcelona), y una bióloga alemana, Marleen Schaefer (Múnich). Esta pareja hace tiempo que decidió abrirse camino por el mundo con la única excusa de disfrutar de una filosofía de vida lejos de la que estamos acostumbrados: fuera estrés.

Su viaje empezó en enero de 2017. Antes de ser una realidad era un sueño que decidieron cumplir tras dejar a un lado sus trabajos. Serafín tomó la iniciativa de comprar los billetes hasta Bangkok (Tailandia), donde empezarían una vivencia difícil de olvidar. Embarcaron sus bicis, sus macutos y sus mejores deseos. Comenzaban su gran experiencia: Bangkok-Sevilla en bicicleta.

El viaje comenzó en Tailandia y desde allí esta pareja recorrió los países que forman la península de Indochina: Tailandia, Myanmar, Laos y Vietnam. Desde el norte de Vietnam cruzaron hasta China, donde pedalearon por las remotas provincias del oeste: Yunnan, Sichuan, Qinghai, Xinjiang. Posteriormente desde el norte de Kazajistan recorrieron la 'Ruta de la Seda' en dirección a la mítica ciudad de Samarcanda, atravesando para ello los países de Asia Central: Kirguistán y Uzbekistán.

Diferentes culturas y diferentes historias que han ido recopilando a lo largo de un viaje que sigue haciéndoles soñar cada noche. Lejos del estrés que dejaron atrás cuando decidieron comenzar su propia aventura. Como por ejemplo cruzar el Mar Caspio en un container para llegar a Azerbiyan en la región del Caucaso.

Serafín y Marleen tienen claro que «son muchas cosas las que cambian en tu vida con un viaje como este» . Dejaron atrás a su familia, sus trabajos y sus amigos para vivir algo único en la vida. Abrieron su mente a otras culturas a otra forma de vida y, además, están ayudando a los demás gracias a su labor como embajadores en la fundación Thin Green Line. Dejando atrás sus miedos a las historias que se encuentran por el camino en las que les venden mal a los residentes de los países que visitan, pero que después resultan ser hospitalarios y amables con el extranjero.

El peor momento del viaje

En esta experiencia esta pareja tuvo que lidiar con un momento en el que pasaron verdadero miedo. Ocurrió en China y permanecieron detenidos 24 horas en las que fueron sometidos a interrogatorios y les retiraron los pasaportes. «Fueron momentos críticos» , explica esta pareja a ABC, en los que las autoridades chinas los confundieron con terroristas a causa del visado turco en el pasaporte.

«Son muchas cosas las que cambian en tu vida con un viaje como este»

Pero estos aventureros también lidiaron con otros momentos malos. Destacan momentos tristes con los animales enjaulados en el mercado de Laos; o cuando pasaron por el campamento de Mao en Tailandia en el que mantienen afinados a unos cien mil refugiados que no pueden salir . Entre ellos menores de edad que lo han perdido todo.

Estos momentos serán difíciles de olvidar, aunque los buenos perdurarán en el tiempo. Sus vivencias con los niños a los que explican los problemas ambientales que hay en la tierra son imborrables. El interés de los jóvenes por aprender supera al de los adultos, explican estos viajeros, que también recuerdan los centros de rescate, los parques naturales y la gente de las ONGs que desinteresadamente se dejan la piel por el medio ambiente.

Esfuerzo físico

Actualmente pedalean hacia Georgia , para después seguir por Turquía y entrar a Europa por Grecia. No hay cansancio en sus piernas (o eso quieren pensar ellos) y eso que llevan un buen trecho de los 25.000 kilómetros que tienen pensado recorrer . Están desafiando sus fuerzas físicas y todavía les quedan doce largos meses por delante.

El camino lo van marcando los lugares de interés ecológico, gracias a su labor de embajadores de la fundación 'Thin Green Line ', con la que colaboran para proteger la vida silvestre en los lugares más salvajes de los países que visitan. Luchando contra la lucha furtiva de animales o la deforestación.

Esta pareja piensa llegar a Sevilla a finales de 2018, después de 22 meses pedaleando y narrando su aventura por su blog: «Pedal Verde» . Este Policía Local de Sevilla y su compañera siguen aprendiendo de todas las culturas y residentes que se encuentran en el camino. Nuevos valores que se traducen en confianza ante personas que conocen en un único día. Pero es que con una bicicleta, cuatro enseres y en un país que no es el tuyo abres tu mente y te das cuenta de que es mejor protagonizar las historias que soñarlas .

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