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Halloween

Halloween en Sevilla: «Me acordé del Madrid Arena y me dije, yo de aquí no salgo»

Asistentes a la fiesta del pasado miércoles, que fue desalojada en Nervión, relatan el caos vivido por el exceso de aforo

La Policía contando uno a uno a los asistentes tras ordenar el desalojo del establecimiento ABC

SILVIA TUBIO

La Policía Local ha abierto una investigación tras el desalojo de la discoteca Valmont de Nervión donde se celebraba una masiva fiesta de Halloween. El evento fue interrumpido por los agentes sobre las cinco de la mañana de este pasado miércoles, cuando fueron alertados de que en la puerta había decenas de personas esperando a entrar a la fiesta. Las fotos difundidas por la cuenta oficial de Emergencias Sevilla en redes sociales y los relatos a los que ha tenido acceso ABC de algunos asistentes confirman que se superó con creces el aforo del local , situado en el edificio Sevilla II.

«Me acordé del Madrid Arena y me dije, yo de aquí no salgo». Ése es el recuerdo que tiene de la noche de Halloween Laura Martínez . Esta estudiante de 22 años llegó a la discoteca sobre las dos de la mañana y permaneció en la cola una hora y cuarto. «La gente empezó a desesperarse y a empujar de atrás hacia delante porque quería entrar. Nos fuimos apiñando y yo no veía salida. El acceso donde esperábamos era una ratonera ».

Esta alumna de Microbiología describe lo que las fotos dejaron en evidencia. Los jóvenes hicieron cola en una escalera y antes de llegar a ella había que recorrer un estrecho pasillo flanqueado por vallas porque en los alrededores se están ejecutando obras.

«La entrada era una ratonera»

«Cuando por fin pudimos entrar, nos colocamos en una esquina. La verdad es que yo no vi que hubiera un exceso de público . Pero cuando fuimos a pedir una copa, nos fue imposible. Había un muro de dos metros de personas esperando su consumición. Desistimos porque además la barra se quedó sin vasos».

El aspecto que presentaba la entrada cuando llegó la Policía Local ABC

Laura pagó quince euros por su entrada, que incluía una copa y un chupito. Y no tuvo ni lo uno ni lo otro. La fiesta sólo le duró poco más de una hora porque a las cinco «encendieron las luces y la Policía comenzó a desalojar». La joven vio cómo a la salida los agentes los contaba uno a uno para determinar cuál era el aforo que había en ese momento en la fiesta.

Según informó el Ayuntamiento, cuando los agentes llegaron a la discoteca contabilizaron en la cola más de 150 personas esperando a entrar. En el momento del desalojo había 1.400 personas dentro a pesar de que el responsable de la fiesta les había asegurado a los policías que tenía una autorización verbal para 950 personas.

«En la cola hubo por momentos más de 150 personas, pero cuando llegó la Policía ya se había ido la mayoría, que estaba cansada de esperar». Mario Suárez , de 18 años, no pudo entrar en la fiesta. «Sobre las tres y media de la mañana dejó de pasar gente. Los porteros y personal de la organización se reían de los que estábamos fuera quejándonos». Este estudiante de la Universidad de Sevilla y sus compañeros de pisos no se marcharon y decidieron esperar. «Queríamos reclamar porque estábamos viendo muchas irregularidades. Exigimos hojas de reclamaciones pero no nos dieron ninguna».

Engañados

Al igual que relata Laura, esta pandilla pudo comprobar que hubo gente que pagó más por unas localidades que tenían un precio oficial de diez euros. Muchos habían tenido conocimiento del evento a través de las redes sociales o la publicidad que se reparte en las zonas de ocio y contactaron con los relaciones públicas para adquirirlas. «Nosotros elegimos esa fiesta porque las entradas se vendían por anticipado y pensamos que eso sería una garantía y al final hemos sido engañados».

A pesar de que no pudo entrar, Mario respira aliviado: «La gente que salía nos contaban que estaban enlatados, no podían moverse apenas y estaban muy agobiados».

Los promotores achacan lo ocurrido a la venta de unas 400 entradas falsas que dinamitaron el aforo

La organización del evento ha emitido un comunicado que ha difundido por redes sociales en el que achacan lo ocurrido a la falsificación de 400 entradas . «Es cierto que al haber iniciado la actividad recientemente, no contábamos con que esto pudiera ocurrir. Por desgracia, no es la primera vez que ocurre en locales nocturnos de Sevilla».

Los promotores piden perdón a la clientela, pero afirman que son una víctima más. A los clientes que no pudieron acceder le ofrecen canjear la entrada por otra para asistir a un evento de noviembre y el regalo de una consumición. Pero no devolverán el dinero : «¿Quién quiere volver a una fiesta organizada por esta gente?», se lamentaba ayer Mario Suárez.

La Policía ha pedido fotografías y vídeos a los asistentes . Ese material serviría para probar el hacinamiento que había en el interior del establecimiento y el riesgo que corrieron los jóvenes.

El Ayuntamiento sostiene que el evento carecía de licenc ia a pesar de que es un establecimiento donde se organizan regularmente fiestas, algunas de las cuales son promovidas por universitarios para recaudar fondos. La cita de este pasado miércoles se anunciaba como un evento de estudiantes la facultad de Psicología.

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