Hazte premium Hazte premium

PRIMER ANIVERSARIO DE LA TRAGEDIA

La investigación del accidente del A-400M, que se cobró cuatro vidas, sigue sin cerrarse un año después

La tesis oficial es un fallo en el «software» que hizo ingobernables tres de sus cuatro motores, pero la juez del caso no ha llegado aún a ninguna conclusión

El vuelo del avión militar duró menos de 3 minutos y acabó trágicamente ABC

JESÚS ÁLVAREZ

Este lunes a las 12,57 horas se cumplirá justo un año del accidente del avión militar A400M que se estrelló en las inmediaciones del aeropuerto de San Pablo durante un vuelo de pruebas. Eran las 12,54 del 9 de mayo de 2015 cuando el piloto comunicaba, nada más despegar en dirección norte , un fallo técnico en el aparato en el que viajaban seis personas: un mecánico, tres ingenieros, el piloto y el copiloto.

Sobrevolaba entonces núcleos residenciales, haciendas, polígonos industriales y una gran superficie comercial que a esa hora del sábado estaba repleta de personas. «No llegamos a la pista », fue lo último que dijo el teniente coronel Jaime de Gandarillas , que pilotaba el aparato, antes de que se cortara la comunicación con la torre de control.

Y, en efecto, no llegó a la pista del aeropuerto sevillano: el A400M volaba a 309 kilómetros por hora y no estuvo ni tres minutos en el aire. Siguió girando, perdiendo poco a poco altura y velocidad , hasta que se estrelló violentamente en un terreno rústico cercano, tras lo cual se produjo una brutal explosión y una trágica columna de humo que llegó a verse desde todo el Aljarafe. Treinta segundos más en el aire le hubieran bastado para alcanzar la pista , situada a poco más de una milla.

El avión quedó completamente destrozado y cuatro de sus tripulantes murieron en el acto: Manuel Regueiro, Gabriel García Prieto, Jaime de Gandarillas y Jesualdo Martínez . Los otros dos, el ingeniero de vuelo José Luis de Augusto , y el mecánico de vuelo Joaquín Muñoz Anaya , quedaron gravemente heridos con diversos traumatismos y quemaduras de las que aún se están recuperando. Tres hombres que estaban cerca del lugar del siniestro, los ayudaron antes de que llegaran los servicios de emergencias.

Restos del aparato tras la colisión J,. M. SERRANO

Aunque las cajas negras del aparato estaban muy deterioradas, se pudieron analizar en Francia y Estados Unidos y arrojar algunas pistas sobre lo ocurrido durante esos fatídicos tres minutos escasos que duró el trágico vuelo.

La tesis oficial atribuyó el accidente a un fallo en el «software» que controlaba los cuatro motores que incorporaba el avión. Los tres primeros experimentaron «una congelación de potencia» tras el despegue y no respondieron a los intentos de la tripulación de controlarlos. El cuarto motor sí respondió a las demandas de aceleración, pero no fue suficiente para evitar la tragedia.

La juez que lleva la investigación, Ana Rosa Curra , levantó el secreto del sumario casi un mes después del accidente, el 1 de junio de 2015, pero poco o nada ha transcendido desde entonces de su investigación. Fuentes del Ministerio Público consultadas por ABC aseguran que la Fiscalía no tiene constancia de ninguna notificación reciente en relación con el caso. Tanto Airbus como las familias de los fallecidos están personados en el caso.

El héroe que evitó la masacre

El piloto del A400M, el teniente coronel Jaime de Gandarillas, maniobró en muy adversas condiciones , con el aparato sin responder a los mandos, para evitar el centro comercial S evilla Factory , que a esa hora de un sábado estaba lleno de personas. También sorteó la fábrica de Coca Cola y Aerópolis antes de intentar el aterrizaje en un campo de labranza. Era piloto de gran experiencia y había realizado operaciones de gran precisión en Bosnia, Kosovo y Afganistán.

Un experto ingeniero de vuelo

El albaceteño Jesualdo Martínez Ródenas viajaba como ingeniero de vuelo en el A400M. Número uno de su promoción en la Academia General del Aire , era un comandante con gran experiencia que se había incorporado a Airbus como piloto de pruebas.

Un piloto que recorrió el mundo

El gallego Manuel Valentín Regueiro Muñoz tenía 42 años y estuvo recorriendo el mundo durante su 20 años de piloto, participando en numerosas misiones humanitarias. De los mejores de sus promoción, tenía una altísima preparación como piloto y oficial de seguridad de vuelo.

Dos heridos que aún se recuperan

El cuarto fallecido fue el ingeniero de ensayos de vuelo Gabriel García Prieto, que trabajaba en Airbus desde 2008. Resultaron heridos el ingeniero de vuelo J osé Luis de Augusto , que aún se recupera de las graves lesiones que sufrió, y el mecánico Joaquín Muñoz Anaya.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación