El día que el Rey Don Juan Carlos logró convencer a Olivencia para que fuera comisario de la Expo '92

MERCEDES BENITEZ

22/06/2017
Actualizado a las 17:31h.

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El que fuera comisario de la Expo '92, Manuel Olivencia , ha dicho en la mañana de este jueves en Sevilla que la muestra pasó de ser «una cuestión de Estado a una cuestión de partido».

Olivencia, que ha participado con el que fuera su sucesor en el cargo Emilio Casinello , en la mesa redonda »Expo 92, cuestión de liderazgo» que ha celebrado la Fundación Cámara en el club Antares, ha dicho también que si aceptó el cargo fue porque se lo pidió de manera expresa el Rey Don Juan Carlos I .

Durante su intervención, que ha sido presentada por el comisario para el XXV aniversario de la Expo 92, Julio Cuesta , Olivencia ha admitido que, aunque en un principio cuando el ex presidente del Gobierno, Felipe González , le propuso que se hiciera cargo de la muestra, lo rechazó, luego acabó aceptando tras una llamada del Rey Don Juan Carlos. Según ha contado el también catedrático, en 1984 el entonces presidente del Gobierno le pidió que asumiera el cargo pero él se negó alegando que no se consideraba el más adecuado y porque entonces estaba volcado en sus tareas en la Universidad de Sevilla y su despacho de abogados.

Sin embargo, fue la llamada de don Juan Carlos fue la razón que le hizo cambiar de opinión. Según ha relatado, ocurrió una mañana cuando, estando en medio de una clase en la Universidad de Sevilla, un bedel entró en el aula y le dijo al oído que tenía una llamada de Su Majestad . Entonces Olivencia dijo que llamaría cuando terminara la clase y, al terminarla comprobó que todos los estudiantes sabían quien era quien le había llamado. Luego, ya en casa, habló con don Juan Carlos que fue quien le convenció. « Se me pidió un servicio a España y a la Corona y a eso no podía negarme», ha admitido.

Olivencia sólo puso a González unas condiciones: él tendría que ser la máxima autoridad de la Exposición, con dependencia directa del presidente, con facultades de dirección, programación y organización y con la creación de una Sociedad Estatal. Algo que selló con una cena con González celebrada en «La Bodeguilla» de la Moncloa y que funcionó, pese a que según ha dicho, su sueldo era peor que los de la Sociedad Estatal hasta el año 1991 cuando «había que apropiarse del éxito de la exposición» .

Entonces se produjo lo que Olivencia ha denominado la «corrida de cargos» cuando el dejó el puesto y Emilio Casinello, entonces presidente de la Sociedad Estatal, pasó a ser comisario mientras que el consejero delegado, Jacinto Pellón , se hizo cargo de la Sociedad Estatal. Momento en el que Olivencia volvió a su trabajo de la universidad y el despacho pese a que, según ha recalcado, ello le produjo un gran número de incompatibilidades ya que no podía asumir ningún asunto legal que estuviera relacionado con la muestra.

Por su parte su sucesor en el cargo, el hoy director general del Centro Internacional de Toledo para la Paz, Emilio Casinello, ha dicho que le hubiera gustado ahorrarse «el episodio perturbador de la corrida de escalafón» y que él siempre pensó queda el comisario sucesor, el comisario escudero o accidental ya que Olivencia fue el que llevó la Expo hasta donde llegó gracias a sus voluntad y constancia.

Casinello ha recordado que la muestra fue un magnífico pretexto para activar la inversión publica de la cual se benefició España entera.

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