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ENTREVISTA

«¿Por qué el Maestranza, con problemas económicos, tiene tres directores y no uno?»

El que fuera gestor de los teatros Lope de Vega, Alameda y Maestranza y hoy director de escena José Luis Castro analiza la situación del teatro y la ópera en Sevilla

M. J. PEREIRA

José Luis Castro Blandón (Sevilla, 1953) estudió Teatro en la Escuela de Arte Dramático de Sevilla e inició su carrera en 1975 trabajando en la Compañía de Teatro Mediodía. Formó en 1980 junto a otros profesionales la Compañía de Teatro El Globo y, por encargo de la Diputación de Valencia, puso en marcha la primera sala de teatro con producciones propias y actividades pedagógicas paralelas. Ha dirigido tres teatros en Sevilla: el Alameda, el Lope de Vega y el Real Maestranza durante diez años.

-El 2 de mayo se cumplen 25 años de la inauguración del Teatro de la Maestranza, diseñado por Aurelio del Pozo y Luis Marín. ¿Gracias al teatro de la Maestranza hay afición lírica en Sevilla?

-Sí. Cuando me nombraron director del teatro de la Maestranza decidí que lo importante no era hacer más óperas que otros teatros, sino hacer menos óperas pero del mismo nivel que las de La Scala para enganchar a los espectadores de la ciudad de Sevilla con algo que ni los políticos se creían. ¡Cuántas veces he escuchado eso de que a los sevillanos sólo nos gusta la Semana Santa y la Feria!. Pero se ha demostrado que también les gusta la ópera. El público de Sevilla ha aprendido mucho y cada vez puede recibir más óperas.

-Los recortes han hecho mella en el Maestranza. En ocho años, la Junta ha pasado de inyectarle 2,7 a 1,4 millones; el Ministerio de Cultura, de 2,7 a 1,6 millones; el Ayuntamiento de 1,5 millones a 900.000 euros y la Diputación está en fase de retirada. ¿Está infrafinanciado el teatro?

-Estoy muy preocupado por la situación del Maestranza porque está inmerso en la crisis de este país. Hay que pensar que dentro de las millones de personas que están paradas en España muchos miles pertenecen al mundo del teatro, de la ópera... Pero una cosa es la crisis y otra la continuidad de este teatro, que no va a desaparecer por mucha crisis que haya, ya que está consolidado como el mayor y mejor teatro de Andalucía.

-¿Qué posición ocupa el Maestranza en el ranking español de teatros, como el Liceo, el Teatro Real, el Palacio Euskalduna, el de Valencia...?

-No sería justo compararlos en términos de presupuestos. El Maestranza está en una ciudad de un millón de personas y el Teatro Real es el escaparate de la ópera en España y necesita más dinero. Si hablamos del Liceo de Barcelona, tiene la peor crisis de todos esos teatros; ha hecho un ERE y su propio director artístico se ha ido a dirigir el Teatro Real.

-La ocupación del Maestranza ha sido del 90% y en el caso de las óperas del 100%. ¿El teatro de la Maestranza debería autofinanciarse con la taquilla?

-Ni el Maestranza ni ningún otro teatro, porque tendríamos que tener 7.000 localidades y cuando pasa eso los cantantes quieren cobrar tres veces más. Hay que partir de que la cultura es deficitaria y dentro de ella, la ópera, al reunir más disciplinas y necesita más personal, aún más. La producción de «El barbero de Sevilla» costó casi un millón de euros. Lo que hay que hacer es adaptarnos a la situación económica.

-¿Las administraciones han sido cicateras con la cultura y el único teatro de ópera de Andalucía?

-Las administraciones han sido cicateras con la cultura en general. El Lope de Vega creo que sigue teniendo el mismo presupuesto que cuando yo lo dirigía hace 30 años. Quizá con quien menos cicateras son es con el Maestranza.

-En 2014 se separaron las direcciones artísticas del Maestranza y de la Orquesta Sinfónica, siendo ocupadas por Pedro Halffter y John Axelrod, respectivamente. Además, hay un director gerente del Maestranza y la Sinfónica. ¿Qué le parece esa tricefalia?

-El problema del consorcio es que está formado por políticos y cuando hay elecciones cambian. Deberían haber técnicos al frente del Consorcio. De hecho, dudo mucho que el Consorcio sepa por qué los responsables económicos y artísticos a los que paga son tres, como ahora, y no uno, como cuando yo estaba. Cuando estaba yo había un solo director gerente del teatro de la Maestranza con un sueldo. Cuando me fui, en lugar de un director aparecen dos directores y un gerente. Tres directores en lugar de uno. ¿Cómo ha pasado una empresa con problemas económicas de tener uno a tres directores?

-Ha anunciado su marcha la gerente del teatro de la Maestranza y la Sinfónica, Remedios Navarro. Su nombre suena ahora para sucederle.

-Ni se me ocurre y tampoco sería positivo para el teatro ni para mí. Yo ya he dado mucho a ese teatro. Las instituciones no deberían haber dejado salir a Remedios hasta que no decidan qué modelo de gestión quieren. La solución no es sustituir a Remedios. Antes de pensar en nombres y apellidos para esos cargos, las instituciones que componen el Consorcio tienen que pararse a pensar qué modelo de gestión quieren para el teatro de la Maestranza.

-¿Debería contratarse a una empresa cazatalentos para seleccionar al nuevo director gerente del Maestranza?

-Claro. Ese es el quid de toda la cuestión. Yo no confío ni creo en los concursos públicos para elegir a esos cargos, me parece que son un engaño y que no sirven. Si ya se piensa en alguien para ese puesto, que se diga claro porque la responsabilidad de un político es mojarse. El Maestranza tiene que dirigirlo un profesional, no el amigo de alguien. Remedios ha hecho un trabajo magnífico, lo mejor que ha podido teniendo en cuenta el marrón que le dejaron. Remedios no se encontró un teatro como el teatro que yo dirigía y con el poder que yo tenía.

-¿Sería necesario crear una fundación para permitir la entrada de capital privado en el Maestranza?

-Yo dejé hecho un proyecto para convertir la sociedad anónima del teatro de la Maestranza en fundación pero eso no soluciona a corto plazo el problema. Dinero no hay en ningún sitio. Habría que ver si con los patrocinadores que ahora existen interesa crear una fundación. No se pueden dar palos de ciego. Otra cosa es que hubiera una Ley de Mecenazgo...

-El Maestranza programa cuatro óperas y una zarzuela cada temporada. ¿No hay público para programar más ópera?

-El problema es que parece que no hay dinero para más óperas.

-¿Cuál sería el número ideal de funciones de una ópera?

-Si el título es muy popular, fácil y sencillo, como «El barbero de Sevilla», pueden hacerse cinco funciones. Si es alguna obra difícil, contemporánea y desconocida, probablemente sólo se pueda hacer una o dos funciones. Ahí es donde está la gestión artística buena.

-¿Cómo ve que en época de crisis se programe ópera contemporánea en demérito de la taquilla?

-Un teatro público tiene que hacer todo aquello que no puede hacer uno privado. El problema es saber cuánto dinero te puedes gastar y no hacer cosas sólo por interés personal.

-Sevilla ha inspirado más de 100 óperas. ¿Está apostando suficiente el Maestranza por los títulos sevillanos?

-«El barbero de Sevilla» ha tardado 18 años en reponerse... Yo creo que este teatro debería apostar más por los títulos sevillanos sin caer en el chauvinismo. Habría que aprovechar más ese filón porque estamos en un lugar que hay petróleo y resulta que lo estamos comprando al extranjero.

-¿La ópera «Carmen» es la asignatura pendiente del Maestranza?

-«Carmen» es una obra difícil y ahora hay poco dinero. Para producir una «Carmen» aquí hay que hacerla muy diferente a lo que hemos visto. Cuando yo fui director del Maestranza las producciones propias nunca las hice con dinero público, sino que pedía dinero a los bancos con el aval del Consorcio y nunca puso en riesgo el dinero destinado a nóminas. Al final logramos vender bien esas producciones, de forma que no sólo se amortizaron, sino que se convirtieron en una forma de ingreso del teatro. Eso me permitió dejar el Maestranza con un superávit de casi un millón de euros.

-¿Tendríamos que hacer más marketing para vender la oferta teatral de Sevilla?

-Sí, pero no nos engañemos. Madrid es una ciudad de paso y a la gente que para allí una noche para ir a Nueva York le puedes vender de todo: desde un gin-tonic a un restaurante a una obra de teatro. Sevilla está en el Sur, cerca de África, aquí hay que venir y hay pocos vuelos directos. Por otra parte, no hay entradas suficientes en el Maestranza. Si fuera por los operadores se venderían un 190% más de entradas, pero si tenemos 20 funciones de ópera ya no tendríamos a la Sinfónica en el teatro.

-Abramos entonces otro teatro para la ópera. Por ejemplo, el de la SGAE.

-¡Pero si en este momento no hay dinero y quieren echar a los trabajadores del Maestranza!. La gente tiene que saber que las entradas del teatro de la Maestranza están absolutamente subvencionadas porque pagamos 80 euros pero valen en realidad 180 ó 200 euros. Que el Ayuntamiento, la Junta y la Diputación con el Estado paguen a los sevillanos esa entrada, vale, pero que se lo paguemos a los americanos, ni hablar. Tampoco podemos poner las entradas de la ópera a 200 euros para los turistas, como en Cuba.

-¿Se puede vivir ahora del teatro en la capital andaluza?

-No es fácil vivir ahora en Sevilla del teatro. Nunca lo fue, aunque yo tuve el privilegio de hacerlo durante una época. La gente que trabajaba en el teatro de mi época están ahora dando clases en la Escuela de Arte Dramático o están en Madrid en series de televisión. En Andalucía, incluso la gente que vivía del teatro hace años, ahora no puede. Para vivir del teatro tienes que irte a vivir a Madrid.

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