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HOSPITAL VIRGEN MACARENA

Las mujeres con cáncer se maquillan: Frente, nariz, pómulos y barbilla

Las pacientes aprenden a maquillarse para combatir los efectos del tratamiento y estar más guapas

La sombra de ojos es esencial para iluminar la mirada y darles alegría VANESSA GÓMEZ

AMALIA F.LÉRIDA

«Frente, nariz, pómulos y barbilla. En esas zonas de la cara es donde tienen que ponerse un poco de maquillaje hidratante para luego extenderlo en círculos, suavemente, y hacia arriba, porque todo tiende a caerse». Así enseñaba ayer Gracia , de la Fundación Stanpa , a ponerse guapas a doce mujeres con cáncer en una habitación del Virgen Macarena que se convirtió en salón de belleza y salud, en espacio de convivencia y complicidad en el que le subieron la autoestima a esa docena de jovenes valientes que, en distintas fases del tratamiento, luchan contra la enfermedad.

¿Y me puedo pintar las uñas? , ¿qué protección solar utilizo? ¿el tinte con amoniaco es bueno? ¿mientras me sale el pelo qué me echo en el cuero cabelludo?

Son algunos de los interrogantes que se les plantean a las mujeres en tratamiento que ven cómo su cara y su cuerpo cambian porque hay una serie de efectos secundarios que, en mayor o menor medida, no se hacen esperar: «Sequedad en la piel y mucosas, caída del cabello y las cejas, y agrietamiento de las uñas», dijo a ABC la oncologa doctora Eloísa Bayo , que junto a su colega, el doctor Luis de la Cruz y el gerente del Virgen Macarena, Antonio Castro , dieron ayer la bienvenida a estas mujertes participantes de un taller pionero que va a extenderse a otros hospitales y también a los hombres que tienen cáncer.

Con ellos estaban Mónica y la enfermera Maica Montiel , responsable de Cuidados del área de Oncología y una de las organizadoras de estos talleres porque sabe como nadie las inquietudes de las mujeres que ven cómo cambian sus caras y su piel. Tras el recibimiento de los anfitriones, comenzó la sesión de belleza. Todas sentadas, atentas con sus neceseres llenos de productos, la caja de bastoncillos, los discos de algodones, el espejo y Fátima Castaño , coordinadora del programa de la Fundación Stanpa, dirigiendo la sesión, explicando pormenores con la ayuda de Shirley, Gracia y Carmen .

Todos los productos son de firmas legales y testadas que están en el mercado pero las pacientes deben siempre consultar a la enfermera de enlace si es el apropiado. Por lo demás, los doce pasos de belleza que len enseñaron son los mimos que debe seguir cualquier mujer que quiera cuidarse aunque ellas deben extremar más la higiene ya que sus defensas están bajas . Así, por ejemplo, deben ponerse la crema hidratante con una paleta y no con las manos ya que han podido tocar otros objetos. O no intercambiar los cosméticos con otras personas.

La limpieza de los ojos y del rostro es lo primero, con productos hidratantes : leche y tónico, y con suaves masajes, sin restregar. Los ojos hacia abajo, en el sentido de la pestaña, y la piel de la cara hacia arriba. Y siempre retirar con suavidad. Luego viene la crema hidratante, tras ella el corrector de ojeras y la base de maquillaje. El cuero cabelludo, cuello y escote también se hidratan. Después de la base de maquillaje, los polvos y el colorete.

«¿Y esto todos los días? ¿Cuánto tiempo vamos a tardar? », se oyó, de repente. «Esto que parece mucho cuando se convierte en rutina es poco tiempo —contestó Castaño— y depende de donde vayas y lo que os queráis pintar pero lo que sí os digo que es esencial dos veces al día la limpieza y la hidratación, de la cara, de las manos, de los pies y lo que más, lo que nunca puede faltar, es la protección solar de factor 50 , que no es acumulativa a la proteccion que ya traen los maquillajes. Esto nunca debe faltar aunque esté nublado y debe ponerse generosamente cada cierto tiempo a lo largo del día».

Las cejas merecieron un capítulo especial ya que hay que pintarlas con efecto natural, como si fueran los vellos que se han caído, señalando el arco con tres puntos que luego se irán juntando por líneas discontinuas. Y las uñas, que no deben pintarse sino que han de estar cortas y con su color natural para evitar la aparición de hongos aunque, eso sí, hay una laca que sirve para protegerlas.

Una participante en estos talleres Vanessa Gómez

«Yo me la pongo y me va muy bien», dijo Rosa María Colette , de Guillena, que confesó cómo su piel ya no es la de antes.

«Pues yo ya estoy aprendiendo a pintarme divinamente para cuando me case», terció Inmaculada Martín , 33 años y cantaora de flamenco de El Viso del Alcor que ayer se probaba su traje de novia porque el casamiento es diciembre.

Otro consejo que les dieron es que no pueden hacerse un tatuaje durante el tratamiento y no remover ni sacar de dentro hacia afuera el cepilllo del rímel cuando se estén alargando las pestañas que es lo que hace todo el mundo sino cerrar el envase y volverlo abrir para sacar el dosificador.

«No está avalado por estudios científicos pero sí sabemos por nuestra experiencia que, cuando una mujer se ve guapa, se siente bien y su situación emocional es mejor, afronta de otra manera la enfermedad y sigue el tratamiento con más interés e ilusión», dice la doctora Bayo. Efectivamente, ese es el lema de estos talleres gratuitos y abierto tanto a mujeres como a hombres, que contempla el desarrollo de talleres prácticos dirigidos a restablecer la imagen de los pacientes con cáncer. Ha sido organizado por el SAS en colaboración con la Fundación Stanpa , profesionales de Enfermería del Virgen Macarena y voluntarios de la Asociación Española de lucha contra el Cáncer.

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