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¿Quiénes defienden los intereses de los extranjeros en Sevilla?: los rostros que forman el cuerpo consular

En Sevilla hay 43 cónsules: 9 de carrera diplomática y 34 honorarios. Rumanía y Colombia, los que más ciudadanos atienden

Ayudan a extranjeros residentes en la ciudad y de turismo, y realizan una intensa labor de promoción cultural y comercial

¿Sus funciones? Desde expedir un pasaporte hasta repatriar cadáveres, pasando por la asistencia a extranjeros en prisiones

Cónsules generales y honoríficos de Suecia, Luxemburgo, Chipre, Uruguay, Portugal, Reino Unido, Rumanía, Colombia , Omán e Irlanda en Sevilla FOTOS: ROCÍO RUZ | ABC

M. J. PEREIRA

La presencia de cónsules en Sevilla está acreditada desde 1251, cuando los genoveses mantenían en la ciudad una intensa actividad comercial. Hoy, la ciudad cuenta con 49 cónsules generales (diplomáticos de carrera) y honorarios (profesionales nombrados por el Gobierno de un país) para atender a los ciudadanos extranjeros residentes en la capital andaluza, así como a los turistas de paso. Aunque a menudo vemos a muchos de esos cónsules con trajes de gala en recepciones oficiales representando a sus países, su trabajo les lleva normalmente a trabajar a pie de calle para atender las necesidades de los ciudadanos extranjeros. En ocasiones se trata de actos puramente burocráticos, como la expedición de documentos, pero en otras ocasiones tienen que intervenir en situaciones delicadas, como la repatriación de cadáveres, la atención de detenidos o de personas enfermas. Además, realizan un importante promoción de la cultura de los países que representan -con exposiciones, conciertos y seminarios- y facilitan las relaciones comerciales entre empresarios locales y extranjeros.

Julio Azancot es el cónsul honorario de Uruguay en Andalucía y presidente del cuerpo consular de Sevilla. A diferencia de los cónsules procedentes de la carrera diplomática, los honorarios no cobran por la labor que desempeñan, un trabajo que compaginan con sus profesiones. De los 43 cónsules de Sevilla, 9 son generales y el resto, honorarios . Entre los cónsules de carrera se citan Jorge Monteiro, de Portugal; Lucía Madriñán Saa, de Colombia; Radu Catalin Mardare, de Rumanía; o Lucía Cristina Trindade, de Perú.

«Muchas veces los cónsules aparecemos en Prensa vestidos de smoking y eso puede dar una imagen errónea de nuestro trabajo. En primer lugar, estamos en esos actos representando a un país. En segundo lugar, la mayoría de nosotros compatibilizamos nuestro trabajos con el consulado. Entre los cónsules honorarios hay abogados, médicos, arquitectos, empresarios, catedráticos... que no cobran por ese trabajo . Lo hacemos por el orgullo de representar a un país con el que normalmente tenemos una vinculación», explic a Julio Azancot , cónsul honorario de Uruguay en Andalucía (salvo Málaga) y presidente del cuerpo consular de Sevilla.

Miembros del cuerpo consular de Sevilla ROCÍO RUZ

¿Por qué un país nombra un cónsul en una ciudad? Según el presidente del cuerpo consular de Sevilla, «normalmente se abre un consulado en una ciudad porque hay intereses sociales, comerciales y culturales». Los países que más ciudadanos residentes tienen en Sevilla son Rumanía, Marruecos, Colombia, Francia y Perú, entre otros. La mayoría de cónsules de Sevilla tienen una jurisdicción más amplía, que suele abarcar Andalucía y Extremadura.

¿Cuáles son las principales funciones de un cónsul general u honorario en Sevilla? «Principalmente -dice Julio Azancot- tienen que atender a los nacionales que están de visita en la ciudad y a los residentes, tanto a los que tienen permiso como a los que no tienen permiso. «Ayudamos a los ciudadanos que quieren retornar a sus países. También nos ocupamos de la legalización de documentos y actuamos como notarios, expediendo poderes notariales o certificados de existencia (fe de vida) para cobrar aquí pensiones por las que tributaron en sus países, renovación de pasaportes o DNI o bien facilitando salvoconductos de viajes cuando les han sido robados o los han extraviado», explica Azancot.

Otra de las tareas asignadas a los cónsules es la atención a extranjeros detenidos o en prisión . «Solemos visitarlos en la cárcel para comprobar que se cumplen sus derechos», indica el presidente del cuerpo consular, quien señala que también atienden a ciudadanos extranjeros enfermos y se ponen en contacto con sus familiares. Además, llevan a cabo una importante labor comercial porque son las antenas de muchas empresas de esos países. Ayudan tanto a la empresas foráneas que quieren establecerse aquí como a las locales que quieren ir a otros países». En cuanto al la labor cultural, «desarrollamos -dice- las líneas que nos marcan nuestras embajadas para dar a conocer nuestra música, literatura o cine».

Jorge Monteiro, cónsul de Portugal

Jorge Monteiro R. R.

Tras ser asesor diplomático del presidente de la República de Portugal, Jorge Monteiro recaló en Sevilla en 2012 como cónsul general de Andalucía, Ceuta, Melilla y Extremadura, donde residen unos 14.000 portugueses y a donde vienen el 18% de los turistas lusitanos que visitan España. Monteiro ha desplegado en Sevilla una eficaz agenda diplomática cultural y económica, estrechando lazos entre su país y la ciudad, lazos que a buen seguro perdurarán. De hecho, ideó un festival de fado insertado ya en la agenda cultural sevillana, y ha impulsado el consejo empresarial Andalucía-Portugal, facilitando las relaciones comerciales entre empresas locales y foráneas. A punto de dejar este destino, Monteiro cree que «las relaciones entre Portugal y Sevilla han ido a más. Eso es la mejor recompensa de mi trabajo».

Radu Catalin Mardare, cónsul de Rumanía

Radu Catalin Mardare R. R.

Tras ser cónsul general en Valencia, Radu Catalin Mardare se hizo cargo del consulado de Rumanía en Andalucía (a excepción de Almería), Murcia, Ceuta y Melilla en 2014. Su consulado es uno de los que más trabajo soporta, ya que la población de rumanos es de unos 100.000 en su jurisdicción, de los que 12.000 están en la capital andaluza. Debido a la gran cantidad de residentes rumanos que tiene que atender, una gran parte de su labor es expedir documentos de identidad y viaje, notariales y certificados de nacimiento y matrimonios.

Ana de Lara, cónsul de Omán

Ana de Lara R. R.

Esta sevillana, abogada en ejercicio, compagina su profesión con el consulado honorario del Sultanato de Omán desde 1999. La vinculación de Ana de Lara con Omán se fraguó tras estudiar en la London School of Economics y trabajar en proyectos de la embajada de España en Londres. «Participé en la gestión de la construcción del pabellón de Omán en la Expo 92. Después, el gobierno de ese país contactó conmigo y me nombró directora del pabellón y asesora del sultanato de Omán en España», cuenta Ana de Lara, miembro del cuerpo consular de Sevilla. Las relaciones comerciales entre Omán y España siguen consolidándose. De hecho, recientemente Omán compró a Airbus varios aviones y dos empresas sevillanas (APD y Cyan Animatica) participaron en el museo nacional de Oman, inaugurado en 2015, en cuya puesta en marcha tuvo un papel destacado Ana de Lara.

Lucía Madriñán, cónsul de Colombia

Lucia Madriñan ABC

La colombiana Lucía Madriñán estaba trabajando en Toronto cuando el presidente y premio Nobel de la Paz 2016 Juan Manuel Santos le comunicó: «Te voy a mandar a la ciudad más linda del mundo». Dicho y hecho. Lucía aterrizó en Sevilla en 2015 como cónsul general de Colombia en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla. Su consulado trabaja a destajo porque tiene que atender a unos 30.000 colombianos residentes. «Fundamentalmente realizo gestiones de documentación relacionada con pasaportes, permisos de salida de menores cuyos padres han muerto... Además, atiendo a unos 160 colombianos ingresados en cárceles, en su mayoría por delitos contra la salud pública», explica Lucía. Esta diplomática está empeñada en que «el consulado no sea sólo un lugar de trámites. Por eso he organizado una vez al mes la hora del bolero, en la que escuchamos y bailamos canciones de José Arroyo o José Alfredo Jiménez. También tenemos los sábados en familia, para transmitir la importancia del emprendimiento y dar herramientas a personas que no están bien acomodadas».

Jacqueline Brasseur, cónsul de Luxemburgo

Jacqueline Brasseur R. R.

Esta luxemburguesa es una de las cónsules que llevan más tiempo en Sevilla: desde 1990. Casada con un sevillano, fue directora del pabellón de su país en la Expo 92. Hasta hace seis años compaginó el consulado honorario con trabajos como traductora (habla alemán, francés, inglés, suizo, español y luxemburgués). Apenas hay ciudadanos de Luxemburgo en Andalucía. En Sevilla no alcanzan la docena, por lo que se conocen todos. «No sólo vendo la cultura de Luxemburgo en Andalucía. También promociono Sevilla en mi país, aunque es fácil vender esta ciudad fuera de aquí. Lucho para eliminar los tópicos de que Sevilla es sólo flamenco. Ahora tenemos el Año Murillo y pronto el 25 aniversario de la Expo 92», cuenta.

Julio Azancot, cónsul de Uruguay

Julio Azancot R. R.

Julio Azancot (Sevilla, 1969), estudió Derecho y después hizo un máster en Relaciones Internacionales en Lisboa. Tras formarse en EE.UU., Reino Unido y Brasil, abrió en Sao Paulo una oficina para implantación de empresas de laUE en Mercosur, lo que le llevó a viajar mucho a Montevideo (Uruguay). A su vuelta a Sevilla, en 2007 la embajada de Uruguay le ofreció hacerse cargo del consulado en Andalucía.

Carlos Montesa, cónsul de Suecia

Carlos Montesa R. R.

Desde 2012 es cónsul honorario de ese país escandinavo en Sevilla y Huelva el abogado sevillano Carlos Montesa Kaijser, de madre sueca. «En Huelva tenemos una comunidad sueca que tiene viviendas cerca de campos de golf. Muchos de ellos son jubilados que pasan aquí el invierno sueco», señala Montesa, quien subraya la escasa conflictividad de estos ciudadanos, por lo que normalmente atiende a estudiantes Erasmus, turistas de paso a los que han robado sus documentos o algún caso de fallecimiento. «También doy fe de vida de trabajadores españoles que cotizaron en Suecia como marineros y ahora cobran una pensión de ese país».

José Carlos Ruiz-Berdejo, cónsul de Chipre

José Carlos Ruiz-Berdejo R. R.

Durante 17 años, José Carlos Ruiz-Berdejo fue cónsul honorario de Italia en Andalucía occidental y Extremadura, donde hay 9.000 italianos residentes y por donde pasan más de 500.000 turistas del país transalpino. Tras superar la edad permitida para ser cónsul de Italia, fue nombrado cónsul honorario de Chipre, trabajo que compagina con la abogacía. Vicepresidente de la Academia de la Diplomacia y presidente del cuerpo consular de Sevilla durante seis años, ahora su carga de trabajo como cónsul ha descendido ya que hay poco chipriotas residentes. Atiene sobre todo a turistas de ese país y estudiantes Erasmus en Andalucía.

Joe Cooper, cónsul de Reino Unido

Joe Cooper ABC

Casado con una sevillana, el británico Joe Cooper es cónsul honorario de Reino Unido desde 2006. «Después de trabajar 10 años en Londres en el Ministerio de Comercio Exterior, vine a Sevilla para la Expo 92 con el fin de abrir una sección comercial dentro del consulado. Pensé que estaría 3 ó 4 años y después me volvería Londres pero aún estoy aquí», señala Cooper, traductor e intérprete que hoy compatibiliza el consulado con su trabajo como consultor en comercio exterior. Atiende una población de 10.000 británicos residentes en Sevilla y Huelva, así como a los turistas de ese país. Además, visita a los presos de Reino Unido en cárceles sevillanos y onubenses, y se mantiene en alerta cuando hay partidos de alto riesgo de la UEFA en Sevilla en los que participan equipos británicos.

Ignacio de la Oliva, cónsul de Irlanda

Ignacio de la Oliva ABC

Tras prepararse un año en la embajada irlandesa, en 2008 fue nombrado cónsul honorario de Irlanda en Sevilla Ignacio de la Oliva. Licenciado en Empresariales, este sevillano simultanea el consulado con su trabajo como director general de una empresa informática, de la que es propietario. En Sevilla hay pocos irlandeses residiendo, «pero -advierte- uno de cada cuatro irlandeses que visita España pasa por la capital andaluza«. Además de atender a ciudadanos irlandeses, este cónsul trabaja las relaciones bilaterales comerciales. «Hemos colaborado con el Instituto Internacional San Telmo para implantarse en Irlanda, donde -añade- imparte el máster más importante que existe hoy sobre del sector agroalimentario».

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