Los rostros del ébola
Madamee y el papel que certifica que ha superado la enfermedad - medicos sin fronteras

Los rostros del ébola

La devastadora enfermedad deja historias de alegría y superación frente a otras de gran tristeza

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La devastadora enfermedad deja historias de alegría y superación frente a otras de gran tristeza

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  1. Mamadee y su baile de superación

    Madamee y el papel que certifica que ha superado la enfermedad
    Madamee y el papel que certifica que ha superado la enfermedad - médicos sin fronteras

    Desde el comienzo del brote de ébola, Médicos Sin Fronteras ha ingresado en sus centros de tratamiento aproximadamente 3.299 pacientes. De ellos, 2.051 se han convertido en casos confirmados de ébola. 650 de ellos se ha recuperado completamente de la enfermedad y uno de ellos es Madamee, un niño de 11 años cuya sonrisa y baile han dado vuelta al mundo como símbolo de la esperanza.

    Gracias a los esfuerzos del personal médico y a su propia lucha, el sistema inmunológico del pequeño ha conseguido contrarrestar al virus y ha recibido el alta. De ahí que le veamos en las imágenes del vídeo bailando Azonto, un baile originario de Ghana, mientras la multitud lo observa: salta, se agacha, da una vuelta, balancea sus caderas y sacude sus brazos, no se detiene, no se cansa y, lo más importante, no deja de sonreír.

    «La gente con los impermeables amarillos han cuidado muy bien de mí y me han ayudado un montón, tanto a mí como al resto de pacientes, explica el pequeño.

    Su historia es una de esas que ha dado esperanza a los ingresados en el centro de MSF pese a que, con todo, él mismo se ha visto sacudido por la tragedia: su hermana, de 14 años, murió víctima de le enfermedad a tan solo una tienda de campaña de la suya.

  2. Las lágrimas de Esther

    A sus once años Esther Tokpah ha superado el ébola, pero sus padres no. La imagen que acompaña a este texto, publicada por «The Washington Post», muestra el momento en el que la pequeña recibe la noticia de su buen estado de salud, pero también de que sus progenitores han muerto.

    Ella es una de las huérfanas que la enfermedad ha dejado en Monrovia. Según los datos de Unicef, al menos 3.700 niños en Guinea, Liberia y Sierra Leona han perdido a uno o a ambos progenitores, desde el inicio del brote en África occidental, que, además, está dejando otra realidad: muchos de estos niños están siendo rechazados por sus familiares supervivientes por temor a la infección.

    «Estos niños necesitan urgentemente especial atención y apoyo. Sin embargo, muchos de ellos se sienten rechazados e incluso abandonados», explica Manuel Fontaine, director regional de UNICEF para África occidental y central.

  3. Saah Exco y el abandono

    Captura de la NBC de Saah Exco en Monrovia
    Captura de la NBC de Saah Exco en Monrovia - abc

    La historia de Saah Exco, de diez años, es una de las que ha puesto de manifiesto el lado más inhumano de la enfermedad. La madre del pequeño murió el 19 de agosto tras infectarse de ébola, enfermedad de la que él se contagió y que provocó que varios hospitales se negaran a atenderle hasta que es aceptado en un centro de aislamiento, en Monrovia, donde llega junto a su hermano, de seis años, que muere poco después. Una de las tardes ese centro es atacado por saqueadores, lo que provoca que Saah escape junto a otros aislados.

    A partir de ahí, ya en estado muy grave, desnudo y sin ropa, llega a las calles de Monrovia. Los residentes discuten sobre cómo ayudarle y, tras bañarle, le visten, le dan medicación y tratan de conseguir que esté hidratado. Son ellos mismos los que explican a la cadena NBC cómo una clínica local se negó a tratarle debido al peligro de infección, pese a que no se le habían hecho las pruebas correspondientes para saber si estaba enfermo o no de ébola.

    Finalmente, un muy enfermo Saah permanece tirado en el suelo en un callejón del barrio pobre de West Point de Monrovia, Liberia, donde murió solo. Fue en el momento en el que se tomó la fotografía que ha dado la vuelta al mundo, aunque se desconoce si cuando fue tomada ya había muerto.

  4. Sobrevivir al ébola

    El ébola también deja historias de superación y de cómo lo que le ha pasado a uno puede servir para ayudar a los demás. Este es el caso de Mohammed Issa Cisse, enfermero en Guinea, que sobrevivió a la enfermedad.

    «Cuando empecé a tener los síntomas y escuché el resultado de los resultados de mis análisis de sangre, fue un momento muy difícil. Tuve mucho miedo por mi vida. Es una enfermedad que asusta, pero una vez que la gente vio que incluso los médicos y enfermeros como yo pueden infectarse, confiaron más en nosotros», explica este trabajador de la Organización Mundial de la Salud.

  5. Teresa Romero, primer caso en España

    Teresa Romero se convirtió en el primer caso de ébola en España y en Europa. Su estado preocupa a diario aunque a día de hoy parece que, según el jefe de Virología del Instituto de Salud Carlos III y miembro del Comité de especial contra el ébola, José María Echevarría, ya puede decirse «con bastante probabilidad» que la auxiliar de enfermería «desde el punto de vista virológico está yendo hacia la curación».

    A día de hoy Teresa sigue sin fiebre, con una carga viral baja, estable, y se aguarda con optimismo que haya una primera PCR negativa el fin de semana, según ha podido saber ABC. La infectada por ébola sigue con oxígeno pero necesita menos dosis, lo que significa que sus pulmones están mejor.

  6. Los primeros supervivientes en EE.UU.

    Kent Brantly en la rueda de prensa tras superar la enfermedad
    Kent Brantly en la rueda de prensa tras superar la enfermedad - AFP

    El médico Kent Brantly y la enfermera Nancy Writebol, ambos infectados con ébola en Liberia y trasladados a Estados Unidos para recibir un tratamiento experimental, lograron superar la enfermedad y recibieron el alta médica del Hospital Universitario de Emory de Atlanta (Georgia).

    Ahora, su caso se ha convertido en un ejemplo y proporciona, entre otros, a Nina Pham, enfermera estadounidense que ha contraído el ébola tras atender a un enfermo con este virus, y que ha recibido una transfusión de sangre de Kent Brantly, según ha revelado el párroco de la iglesia a la que acude la joven en Texas.

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