Coca de sardinas con sofrito de tomate y pimientos del piquillo

Por su parte, el sofrito de tomate, además de aportar mucha jugosidad al plato, va a enriquecerlo con una buena cantidad de vitaminas, minerales y sustancias de acción antioxidante

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Esta coca es un aperitivo perfecto para ofrecer a tus invitados. Además, supone una manera diferente de consumir las sardinas, un pescado que acostumbramos a consumirlo frito o a la plancha. Que os salga rico!

Así lo cocinamos

Limpia las sardinas, retírale las escamas y sácale los lomos, los cuales reservaremos.Para la masa, bate los huevos junto con el aceite de oliva y el agua. Ahora ve incorporando la harina (mezclada con la levadura) poco a poco. Trabaja con las manos hasta conseguir una masa suave, consistente y sin grumos. Déjala reposar en un bol tapado con un paño húmedo durante 1 hora.Una vez haya reposado la masa, estírala sobre la superficie de trabajo enharinada y dale la forma deseada. Ahora introdúcela en el horno, precalentado a 200ºC, hasta que comience a dorar.El sofrito: Pela las cebollas, pícalas y sofríelas en una sartén con un poco de aceite de oliva.

Una vez la cebolla se encuentre bien pochada, incorpora los tomates previamente rallados. Salpimenta y cocina a fuego suave hasta que el tomate quede bien frito.Unta la coca con el sofrito de tomate. Ahora intercala a lo largo de la coca los lomitos de sardina con unas tiras de pimiento del piquillo.Introduce en el horno la coca hasta que la sardina quede cocinada (con un par de minutos a 200ºC será más que suficiente).

Trucos y Consejos

Si no gozas de demasiada maestría con los cuchillos, siempre le puedes pedir al pescadero que te saque los lomos de sardina.

Información Nutricional

Hay que tener en cuenta que para elaborar la coca, es necesario utilizar cantidades importantes de harina, por lo que el contenido calórico del plato, ligero en un principio al estar elaborado a base de verduras, se va a ver aumentado considerablemente. La harina aporta hidratos de carbono complejos, pero la presencia de gluten hace que este plato no pueda ser consumido por personas celíacas, a no ser que la harina utilizada en la elaboración de la receta sea de maíz.En cuanto a las sardinas, al igual que todo pescado azul, destacan por ser una inagotable fuente de Omega 3, un ácido graso que nos ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, pues reduce los niveles de colesterol en sangre. Este pescado contiene además una buena cantidad de proteínas de gran valor biológico, así como vitaminas A, D, B2, B3 y minerales muy diversos, como el sodio, el fósforo, el magnesio, el hierro y el calcio.Por su parte, el sofrito de tomate, además de aportar mucha jugosidad al plato, va a enriquecerlo con una buena cantidad de vitaminas, minerales y sustancias de acción antioxidante, como el licopeno, un pigmento carotenoides que le confiere al tomate su característico color rojo.

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