Ni corderos, ni terneras ni cerdos se salvan de la crueldad de los empleados de un matadero de Sydney.En las imágenes se ve claramente el trato despiadado y violento al que están sometidos. El negocio ha sido cerrado y está siendo investigado. Según las las leyes australianas que regulan los mataderos, los animales deben ser sacrificados sin causarles daños innecesarios, dolor ni sufrimiento.