Spot «La diferencia la pones tú»
Publicado Martes , 01-12-09 a las 05 : 00
Más de la mitad de los españoles se sentiría incómodo si su hijo compartiera colegio con un niño que tiene infección por VIH, uno de cada tres evitaría el contacto con una persona que vive con el VIH y el 18% estaría de acuerdo en hacer públicos los nombres de las personas afectadas para poder evitarlos. Son algunas de las conclusiones de la encuesta presentada por Seisida, que refleja que todavía existe un gran desconocimiento sobre la enfermedad y un rechazo patente hacia los portadores.

Desde que en 1981 comenzaran a investigarse los primeros casos, el VIH no ha dejado de extenderse y , según el último informe de ONUSIDA, 33,4 millones de personas en el mundo viven hoy con sida. La buena noticia es que en los últimos ocho años se han reducido los contagios un 17 por ciento, aunque no debemos bajar la guardia porque en los países ricos se está produciendo un repunte de casos por prácticas sexuales de riesgo.

Sin embargo, aunque llevamos 28 años conociendo y estudiando este virus para el que aún no hay vacuna ni cura definitiva, todavía hay personas que creen que el VIH se trasmite por un estornudo, un beso o por compartir el baño, por lo que el rechazo social hacia las personas afectadas por el VIH o sida sigue siendo una realidad en nuestra sociedad.

En esta línea, el Ministerio de Sanidad lanzó este lunes una campaña bajo el lema «Detrás del sida hay mucha vida», cuyo objetivo es combatir el estigma social que sufren estos pacientes, informando sobre las verdaderas vías de trasmisión de esta enfermedad, y evitar su discriminación en la sociedad.

Vías de contagio
La sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna de las personas infectadas tienen una concentración suficiente de virus como para transmitirlo. Así, el VIH puede transmitirse por tres vías: sexual, sanguínea y de madre a hijo/a, y para que se produzca la infección es necesario que el VIH penetre en el organismo y entre en contacto con la sangre o mucosas (revestimiento del interior de la boca, vagina, pene y recto) de la persona. Pero no existe riesgo de contagio en los contactos cotidianos como besos, caricias, WC públicos, duchas, tos, estornudos, vasos, cubiertos, alimentos, lugares de trabajo, colegios, gimnasios, piscinas, etc... Tampoco se transmite a través de la saliva, las lágrimas o el sudor; ni por picaduras de insectos o por el contacto con animales domésticos, según explica el Ministerio de Sanidad en su web.
«Aún hoy, las personas que viven con VIH y sida se enfrentan a unos estigmas y prejuicios que están muy arraigados en la sociedad, lo que por desgracia sigue produciendo situaciones discriminatorias. Este miedo al rechazo y a la discriminación son elementos fundamentales a la hora de ocultar su situación y tomar la decisión de no visibilizarse», afirma Santiago Pérez, presidente de Cesida, que junto con Pfizer y la Universidad Carlos III han puesto en marcha la campaña «La diferencia la pones tú».
Por su parte, Mario Torbado, Jefe de Asociaciones de Pacientes y Ciudadanos de Pfizer, asegura que «la visibilidad es crucial para poder luchar contra los prejuicios, el miedo y la desinformación que son, hoy por hoy, la principal fuente de dificultades para quienes tienen que convivir cada día con esta situación».

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