Decálogo para un buen verano
La salud no se va de vacaciones, y hay algunos aspectos que debemos cuidar con más atención en estos meses

Bien alimentados
En verano, el cuerpo necesita, y reclama, menos calorías. Hay una serie de alimentos muy recomendables para refrescarse y devolver al organismo alguno de los nutrientes necesarios para mantenernos activos en verano. Todos tienen algo en común, su alto contenido en agua, vitaminas y minerales. Algunos ejemplos: pepino, sandía, melón, tomates, espinacas, zanahorias... Es recomendable consumirlas crudas o en sorbetes, sopas frías -como el gazpacho- o gelatinas, evitando cualquier alimento de digestión larga o complicada.
Alimentos como el pepino, sandía, melón o espinacas son recomendables
Siempre frescos
Pero los cuidados alimenticios en verano van más allá de la lista de la compra, porque hay que tener en cuenta que las altas temperaturas alteran la conservación de los alimentos. Se debe prestar especial atención a salsas y preparaciones con huevo crudo, y tampoco hay que dejar ningún alimento fuera del refrigerador durante mucho tiempo, ni siquiera un producto que se esté descongelando. Así evitaremos cualquier riesgo de intoxicación alimentaria.
Hidratación
El agua sigue siendo la bebida más recomendable, ya que otros refrescos pueden aportar una carga calórica elevada. Todos deberíamos aumentar la ingesta de líquidos en estas fechas (2,5 litros, según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad), pero es importante tener en cuanta la temperatura del agua que vayamos a beber. Lo correcta es beberla entre 10 y 15 grados. En estos meses se tiende a beber demasiado fría y esto puede ser peligroso, sobre todo si la consumimos después de hacer ejercicio.
Cuidado con el alcohol
Con el calor, los efectos tóxicos del alcohol pueden aumentar. Esto se debe a que, con la deshidratación, el cuerpo pierde agua y, si ingerimos alcohol, se provocará un desequilibrio de líquidos y unas desagradables consecuencias.
Protegidos frente al sol
Las autoridades públicas no se cansan de alertar sobre los peligros que el sol puede tener para la salud, sobre todo en lo que a la piel se refiere. Hay que usar siempre protección solar, la adecuada a cada edad, al tipo de piel y al tipo de exposición: si va a ser prolongada, hay que utilizar el protector con frecuencia y de forma homogénea. Es conveniente aplicarlo media hora antes de ponerse al sol. Cubrirse la cabeza también es importante para evitar casos de insolación.
Hay que utilizar protector con frecuencia y de forma homogénea
Piel sana
Además de la amenaza que supone el sol, la piel está expuesta a otras agresiones del verano. Una correcta hidratación y la limpieza continua son los mejores recursos, aunque la alimentación también puede contribuir: verduras como la zanahoria o el pimiento rojo se encargan de mantener saludable la piel gracias a su contenido en vitaminas. Y no hay que olvidar las lociones "after sun" que contribuyen a tonificar la piel después de la exposición a los rayos solares.
La mejor base
Utilizar calzado con una base adecuada y que transpire; tener cuidado en lugares públicos como las piscinas, donde es habitual que se den casos de hongos; usar chanclas en las duchas; utilizar cremas para hidratar la piel y poder evitar grietas y durezas son algunos de los pasos a seguir para que nuestros pies no sufran. Además, la sudoración se multiplica en estas épocas, lo que hace habitual el mal olor. En estos casos, además de los productos creados al efecto, es aconsejable utilizar calzado fabricado con productos naturales.
Cabello reluciente
Existen en el mercado multitud de productos (cosméticos capilares de fotoprotección) para el cabello creados especialmente para el verano, teniendo en cuanta el deterioro que este sufre por la incidencia de los rayos ultravioleta y por el agua del mar. Los primeros son los culpables de que pierda flexibilidad y color mientras que agua salada hace que se quiebre. También hay que tener en cuentan los productos químicos que se echan en las piscinas, como el cloro, cuyo exceso puede perjudicar al cabello.
El deporte, a la sombra
Prohibido en las horas centrales del día. Entre las 12 y las 18 horas, es mejor no hacer ningún tipo de actividad física al aire libre. Para no dejar por completo las buenas constumbres y seguir ejercitándose, se puede sustituir por algún que otro paseo, o por deportes acuáticos. Los golpes de calor pueden ser una de las peores consecuencias ocasionadas por las altas temperaturas. Por ello, hay que acudir al médico cuando persistan los síntomas propios de este sindrome: cansancio, mareo, calambres, debilidad, etc.
...y a disfrutar
Si quieres pasar un verano saludable, desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad recomiendan caminar en la playa o parques de tu ciudad, sustituir los refrescos por zumos de frutas naturales... y, sobre todo, relajarse y disfrutar de unas esperadas vacaciones.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete