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«El escenario está muy abierto en este Europeo»

El máximo responsable de la natación nacional analiza el éxito de las chicas de la sincronizada y las pruebas de velocidad del Europeo, que se celebrarán desde hoy hasta el próximo domingo

RAFAEL AZNAR

Las sirenas de la sincronizada certificaban ayer por la tarde su cuarta medalla de plata en los Europeos de Budapest y, dos horas después, Fernando Carpena, antes de reunirse con las chicas, analizaba lo que espera de aquí al domingo en la piscina de la capital húngara:

—Hace un año, en el Mundial de Roma, se consiguieron once medallas. Un año antes, en el Europeo de Eindhoven, doce. ¿Se atreve con algún pronóstico para este Europeo de Budapest?

—Compararnos con el Europeo de 2008 no tiene mucho sentido porque coincidió con los Juegos Olímpicos de Pekín. El Mundial de Roma fue extraordinario, pero hay que tener en cuenta que allí en la sincronizada se consiguieron siete medallas porque había siete posibilidades de medalla, contra las cuatro de un Europeo. Pronósticos no me gusta hacer tras la experiencia de mi amigo Odriozola. Por ejemplo, en los 25 kilómetros en aguas abiertas hemos perdido una medalla por una distancia insignificante, Kiko Hervás quedó quinto en 10 kilómetros... Pero está claro que pretendemos mejorar el medallero y el número de finalistas de cualquier Europeo que no haya coincidido con unos Juegos Olímpicos.

—En esta era de gloria del deporte español, la sincronizada es, sin duda, el estandarte de la natación española. Pese a la oposición de las rusas, ¿qué expectativas hay para los años venideros?

—Las niñas han mantenido el segundo puesto en Europa con mucha solvencia, pese a que el 50% del equipo es nuevo y pese a no tener al referente que es Gemma Mengual, pero con una Andrea Fuentes exultante. El dúo también ha sido extraordinario.

—¿Cree que los jueces tienen las puntuaciones determinadas un poco de antemano? Porque, en todas las pruebas, el podio ha sido Rusia-España-Ucrania...

—No creo. Lo que pasa es que escalar puestos es muy complicado y perderlos es relativamente fácil. Donde antes estaban Francia o Italia, ahora está Ucrania, que se lo está ganando a pulso y viene pisando fuerte desde hace unos años.

—¿Cómo ve a Rafa Muñoz tras el juicio y la polémica que ha padecido? ¿Superará los dos bronces de Roma 2009, sobre todo teniendo en cuenta que no estará Milorad Cavic?

—La prueba de 50 metros mariposas es tremendamente abierta. Unas centésimas te pueden llevar del oro al sexto puesto o incluso a no estar en la final. En la prueba de 100 sí suelen confirmarse más los pronósticos. Rafa está muy bien situado para las dos pruebas y es ambicioso, tras quitarse de encima el peso del juicio.

—Las otras figuras nacionales que han destacado en los dos últimos años son Aschwin Wildeboer, Erika Villaécija y Mireia Belmonte. ¿Qué expectativas hay con los tres?

—Todas. También es cierto que éste es un año complicado, el año «postbañadores». La natación está iniciando la preparación para los Juegos Olímpicos y muchos se lo han tomado de forma diferente. En el Mundial de Roma yo estaba más tranquilo porque el escenario no estaba tan abierto.

—El waterpolo empieza a final de mes en Zagreb. Tras algunos años de transición, en 2007 se logró el bronce en el Mundial de Melbourne, y en 2009, la plata. ¿Hay visos de estar ante una generación tan exitosa como la de Estiarte, Jesús Rollán y compañía?

—Son dos situaciones distintas. La generación de Estiarte se apoyaba en la calidad de los jugadores, y ahora lo que hay es un equipo más compacto. Rafa Aguilar es un seleccionador extraordinario, y ahí estamos, dentro de las dificultades que siempre hay en Europa con los cruces, pues puede haber hasta seis candidatos al título.

—Este año no vamos a tener la polémica de los bañadores de poliuretano y sus estratosféricos récords. ¿Qué le parece su prohibición y lo difícil que va a ser batir las marcas establecidas con ellos?

—Hay cierta incongruencia. Se mantienen los récords y, sin embargo, se quita el instrumento que los posibilitó. Yo creo que así la natación pierde carácter mediático, pero también es cierto que el «todo vale» no es bueno.

—¿A su parecer, qué estado de salud tiene la natación en España ahora que se ha hablado tanto del retroceso que ha habido en atletismo?

—Yo veo la situación con optimismo tras las medallas de estos años. Si logramos mantener a los valores seguros actuales hasta que los jóvenes vayan subiendo, yo soy optimista.

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