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Investigadores hallan la fórmula para que cabras y ovejas den leche todo el año

El experimento trata de mejorar la rentabilidad de la dehesa haciendo que el ganado fructifique cuando el producto es más demandado También mejora la vida del ganadero al permitirle organizar su trabajo y hacer previsiones de entrega

ASUNCIÓN FDEZ. DE CASTILLEJO

Las cabras y las ovejas que se crían en las dehesas andaluzas ya no tienen porqué dar corderos o leche sólo en primavera, cuando hay menos demanda y se paga menos por estos productos, sino que se puede conseguir que produzcan lo mismo en otoño cuando están más cotizados. Este es uno de los resultados del proyecto «Transforma» que está llevando a cabo el Ifapa con el objetivo de mejorar la rentabilidad de la dehesa y que este ecosistema no desaparezca.

D El presidente del Ifapa, Javier de las Nieves, explicó a ABC que en la dehesa se combina la necesidad de buscar la sostenibilidad ambiental y la rentabilidad económica. Y que aunar estos dos objetivos es necesario para que a la vez que se conserva el ecosistema se pueda mantener la renta de la gente que la conserva y vive de ella. De ahí la necesidad de investigar fórmulas que aborden el gran problema actual de la dehesa que es su escasa rentabilidad y transferir los conocimientos logrados a los propietarios de las dehesas para que puedan aplicarlos. Bajo esta filosofía se encuadra el proyecto «Transforma» que cuenta con financiación europea y de la Consejería de Agricultura, con un montante total de 254.000 euros, con los que se abordará la búsqueda de soluciones a la seca de la encina, una enfermedad que se extiende inexorablemente —y que en Huelva afecta ya al 30% de la masa arbolada—, así como soluciones de gestión ganadera para que las cabras, ovejas, vacas y cerdos que

pueblan las dehesas sean más rentables de lo que son ahora, e incluso para elaborar y comercializar mejor los productos derivados de estas ganaderías.

Corderos a demanda

Francisco Arrebola, técnico especialista del Ifapa y coordinador del proyecto «Transforma» explicó a ABC que en mejora de gestión ganadera ya hay resultados comprobados y listos para transferir a los ganaderos que no sólo pueden aumentar la rentabilidad de sus explotaciones sino también mejorar la vida y la organización profesional en estas explotaciones. Así, entre los avances que ya se han logrado, Arrebola destaca la mejora del número de corderos que puede entregar un productor en relación a las ovejas que tiene, pero sobre todo el que pueda entregar estos corderos en las fechas en la que los precios son más altos.

En definitiva, el proyecto buscaba que nacieran más corderos en el otoño. Según explica Arrebola la naturaleza de la oveja es quedarse preñada en otoño y parir en primavera, y lo que el proyecto perseguía era controlar esos ciclos y que las ovejas también se quedaran preñadas en primavera y parieran en otoño. Y lo han conseguido mediante técnicas de manejo natural, y tratamientos con hormonas naturales, caso de la melatonina.

Engañar a las ovejas

La técnica de manejo natural consiste en algo tan simple como retirar los machos cuando no interesa que se queden preñadas y echárselos cuando interesa. Esto funciona sobre todo si se efectúa de forma conjunta con la melatonina, hormona que regula el sueño y que hace que las ovejas si se la ponen en primavera se crean que ya que está entrando el otoño y las predispone a quedarse preñadas. En definitiva las engaña sobre la época del año en que viven.

Los resultados contrastados en la investigación es que se puede lograr que la mitad de los corderos se entreguen en el primer semestre del año y la otra mitad en el segundo semestre. Estas experiencias se han hecho en explotaciones pilotos y ahora el objetivo del Ifapa es extender estos conocimientos a los ganaderos para que se puedan beneficiar de ellos. De hecho, según Arrebola, el Ifapa tiene una página web de apoyo técnico en la que a cualquier ganadero que lo solicite se le organiza un programa personalizado para que adapte su explotación a estas nuevas técnicas. En definitiva les facilitan un calendario de tratamientos y cruces de forma que puedan hacer previsiones de entrega de los corderos.

En cuanto al coste del tratamiento es absolutamente asequible, según este experto, ya que la dosis de melatonina necesaria para una hembra es de cuatro euros. Según Arrebola, «no es mucho, ya que un cordero en primavera vale 45 euros, y en otoño sube hasta 80 euros, por lo que el gasto se compensa de sobra».

Pero sobre todo, Arrebola valora en este proyecto que el ganadero gana en «organización del trabajo y de su propio tiempo por no hablar del empleo que se puede hacer más estable».

Estas técnicas, según han comprobado en el Ifapa, funcionan exactamente igual con el ganado caprino en extensivo, sólo que lo que se facilita es la producción estable de leche, a la que le pasa igual que a los corderos: es más barata en primavera y más cara en otoño porque en esa fecha hay poca y las queserías pagan menos cuando el producto es abundante.

En la actualidad, según Arrebola, en Andalucía hay poco caprino de leche en extensivo en las dehesas, y se limita básicamente a la cabra payoya en Grazalema y la Sierra de Ronda.

El proyecto del Ifapa ha trabajado con razas autóctonas y en concreto en ovino con la de merino y la segureña, ambas de aptitud cárnica. En cuanto al caprino, han trabajado, por ser razas de aptitud lechera que se crían en régimen extensivo, con la raza payoya y con la raza florida.

La plusvalía del queso

Otra línea de trabajo del proyecto «Transforma» es la valorización de productos, como es el caso de la «marca queso de granja». En definitiva, los técnicos del Ifapa tratan de promocionar las buenas prácticas de fabricación quesera en combinación con un marketing adecuado de los productos para que el consumidor perciba esa calidad diferenciada y si la tiene que pagar que la valore. «Que lo diferencie de un producto industrial».

Según Arrebola, en Andalucía hay ganaderos, fundamentalmente de caprino, que hacen quesos pero, sobre todo, asegura que «hay otros muchos que viendo la plusvalía que supone hacer queso frente a vender la leche se están animando».

En la mejora de la fabricación quesera están trabajando por un lado con los curados tradicionales, y «como producto interesante, con el yogur de leche de cabra», un derivado no tradicional pero que tiene buenas perspectivas, según Arrebola, que asegura que en la Costa del Sol ya se está produciendo.

De todas formas, las variedades de queso con las que están trabajando para la promoción de productos singulares de la dehesa son: quesos madurados a base de leche cruda,es decir puros de leche de oveja o de cabra, del tipo de queso de Grazalema, y queso de los Pedroches; quesos frescos, tiernos y semicurados, a base de leche pasteurizada, puros de leche de oveja o de cabra; quesos de coagulación láctica; y yogur natural de leche de cabra.

Calendario de trabajo

En el momento actual, la tarea del Ifapa es lograr una transferencia mayor de estos conocimientos a los ganaderos. Según explica Francisco Arrebola, las explotaciones en dehesa suelen combinar, ovejas, cochinos y vacas. Y lo que ahora están estudiando para que lo puedan aplicar los ganaderos es cómo integrar el sistema productivo de las tres ganaderías, porcino, bovino y ovino. «Se trata de darles una propuestas de manejo, un calendario de trabajo con el que se logre la máxima de rentabilidad, y unas herramientas que sean aceptadas, porque la condición básica es que tienen que salir las cuentas». Por ejemplo, según explica, en el ibérico extensivo, se trata de que en el periodo de montanera sea este ganado el único que aproveche el pasto y que no haya otro ganado a la vez.

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