Aunque corridas de toros goyescas ya se celebran en cantidad y por casi todos los rincones de España, la Goyesca por antonomasia y con mayúscula, qué duda cabe, es la de Ronda, no en vano la primera se lidió el año 1954 con motivo del II Centenario del nacimiento del gran Pedro Romero, auspiciada por Cayetano Ordóñez, aunque la segunda no se celebraría hasta 1957, que fue cuando ya cogió carrerilla de celebraciones prácticamente ininterrumpidas, pero a partir de entonces con Antonio Ordóñez, hijo del anterior, como empresario y foco de atención del festejo en su calidad de matador (toreó 17), como ahora lo es su nieto, Rivera Ordóñez «Paquirri» (que toreará la 14ª).
Y si yo estoy escribiendo hoy de esta Goyesca, anunciada para esta misma tarde, no es por meterme en la camisa de once varas que correspondería a los expertos de la casa en materia taurómaca, sino por algo habitual en la trayectoria patiera, como es lo anecdótico o singular del festejo, que alcanzará con ésta la LIV edición, un hecho singular que es referido al cartel, pero no al de matadores que lidiarán las correspondientes reses de Zalduendo, porque estos todo el mundo sabe que serán Enrique Ponce, Rivera Ordóñez «Paquirri» y Sebastián Castella; no. Lo anecdótico es el cartel de ARENEROS, porque suele ser habitual que junto a los profesionales de la especialidad, en esta corrida ejerzan igualmente personas conocidas de distintos ámbitos, y según me ha piado el jilguero, porque es materia que la organización suele tener reservada hasta ultimísima hora, hoy habrá un póker de lujo para tener el privilegio de hacer el paseíllo en tan histórico coso, que será el formado por el periodista Carlos Herrera, el escritor y columnista Antonio García Barbeito, el escritor Fernando Sánchez Dragó y el ex político y actualmente alto ejecutivo Luis Miguel Martín Rubio, quienes sé de muy buena tinta que ya han estado entrenando duramente para llevar a cabo satisfactoriamente la ardua tarea de alisar el albero, pero también de recoger las deposiciones de reses y caballerías; vamos, y dicho sea en español más abrupto, las boñigas, y en lenguaje gramaticalmente incorrecto pero más sonoro, las moñigas.
Y esta Goyesca será de efemérides, porque la plaza de toros de la Real Maestranza de Ronda cumple este año los 225 de existencia; Enrique Ponce las 2.000 corridas de toros matadas a lo largo de su carrera, y también se cumplirán 50 años de la alternativa de Rafael de Paula, que la tomó en la de 1960 (el 9 de septiembre) de manos de Julio Aparicio con Ordóñez de testigo.
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