bienal de flamenco
El Lebrijano: «Si llego a registrar la fusión, ahora estaría en las Bahamas»
El gran maestro del cante repone hoy en el Lope de Vega su obra «Casablanca»
Ya había realizado un primer experimento con la música andalusí en 1983 con la obra «Encuentros» , en la que se valió de la Orquesta de Tánger del maestro Chekkara y de la guitarra del jerezano Paco Cepero para desarrollar sus escarceos con los sonidos morunos. Pero la confirmación de toda esa investigación musical que El Lebrijano llevó a cabo para descubrir los lazos entre el flamenco y la música árabe llegó muchos años después, en 1998, con «Casablanca». Esos años, de hecho, fueron para él muy productivos en el apartado creativo. Un año después vino «Lágrimas de cera», una obra sobre la Pasión, y en 2001 publicó «Sueños en el aire», donde musicó el poema «En el Soto» de Lorca. Todo ello, junto con su última grabación dedicada a García Márquez, se repasará hoy en el Lope de Vega . «Yo hice la primera fusión del mundo y si la llego a registrar estaría ahora en las Bahamas tendido», aseguró ayer Juan Peña Fernández en la presentación del espectáculo en la Bienal. «Pero no todo es fusionable», aclaró para alentar a los jóvenes a buscar su propia personalidad pero sin olvidar la tradición: «Hay que escuchar a la Niña de los Peines, a Chacón, a Vallejo, a Valderrama, a Marchena, a Manuel Torre..., a todos». Tampoco quiso pasar por alto el maestro de Lebrija, que se muestra «preocupado por la crisis, porque la cosa pinta muy mal para los flamencos», el asunto de la expulsión de gitanos en Francia: «Es una barbaridad», sentenció. Y después bromeó: «Seguro que Carla Bruni le ha reñido».
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