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«Me gustaría ser madre tras los Juegos Olímpicos»

Dulce en un mar de olas, vive la vida con intensidad y entusiasmo. Es sevillana y ganadora

ENTREVISTA

Blanca Manchón

Windsurfista

—¿Qué es el equilibrio?

—¿En mi vida?

—Por ejemplo.

—Estar bien conmigo misma. Hacer lo que me gusta,

—¿Y que le gusta a una campeona del mundo?

—¡Uff! Por ejemplo lo que he hecho hoy. He estado en la playa con los amigos, luego surfeamos un poco, después nos fuimos a comer todos juntos, otro poquito de surf y para terminar, una cervecita con la puesta del sol.

—¡Que alegría!

—Tengo que aprovechar que estoy de vacaciones. Hay veces que me pego tres meses fuera de mi casa viajando para un lado y otro.

—¿Tres meses? Mucho tiempo para echar de menos, ¿verdad?

—Sí, es lo que tiene este deporte. Hay veces que me despierto en cualquier parte del mundo y me entran unas ganas tremendas de comer una tortillita española o un gazpacho.

—¿Cocina en las concentraciones?

—Mi especialidad son las ensaladas, pero no unas cualquieras, yo las que hago son unas potentes, ¿eh? Con pollo, aguacate...

—¿No me diga que esa es una de las especialidades de «Living Sevilla»?

—No, no, eso son unos apartamentos que hizo mi familia para alquilar a los turistas. Están en el centro y cada uno de ellos está ambientado de forma distinta. Hay uno de Sevilla, otro de Granada... Ahí trabaja mi hermano, y también mi novio, que le ayuda a promocionarlo en distintos países.

—Con tanto viaje, ¿para cuando el formar una familia?

—Pues sí, y es una cosa que no quiero esperar mucho. Quiero ser madre joven, con 26 años. Después de los Juegos Olímpicos me gustaría tener ya mi primer bebé.

—¿No le afectaría en los entrenamientos?

—No, se para un tiempo y ya está. Además, tengo la experiencia de mi madre; bueno, me han contado la experiencia de ella, que cuando yo estaba en su barriga, con cinco meses, ella navegaba. Era el campeonato de España y me cuentan que apenas se le notaba.

—Increíble.

—Sí, sí, yo ya estaba encima de una tabla dentro de la barriga de mi madre.

Navegaba en clase mistral, eran tablas más rústicas que las de ahora.

—Hablando de avances, ¿es usted de las que se lleva el iPod en cada viaje?

—Pues sí. Además, antes de competir me gusta escuchar musiquita. Me sirve para quitar presión, para concentrarme. También lo uso para ver películas. En cada viaje me llevo un montón.

—¿Alguna que recomendar?

—A mí me ha gustado mucho la saga de Crepúsculo. Además, fue curioso como la empecé a ver. Estaba con mi novio en El Puerto de Santa María y decidimos ir al cine. Era un día en el que no había películas interesantes, por lo menos para nosotros, en la cartelera. Vimos una que salían varios vampiros y dijimos: «venga, vemos esta misma y ya está». Estuvimos toda la película concentrados y cuando terminó nos miramos y flipamos.La canción que estaba sonando era de un grupo que le encanta a mi novio, Linkin Park, y salimos encantados. Estuvo súper chula. Fíjese como sería que unos días después los dos nos compramos el mismo libro, el de Crepúsculo.

—¿Qué se puede sentir por unos personajes tan mundialmente conocidos como los actores de esta película?

—A mí me encantaría ir de fiesta o ver un rodaje con ellos.

—¿Ha pedido un autógrafo alguna vez?

—Sí, una vez. A Fernando Alonso.

—¿Cuándo?

—Coincidimos en el 2005 en los Premios Nacionales del Deporte. Fue un acto en el que me daban el premio a la mejor promesa española. Y vi a Fernando. Le dije que si me podía firmar y me dijo que por supuesto, incluso, que algún día le gustaría probar mi deporte. Pero al poco me comentó que se tenía que ir. Era justo el momento en el que acababa de empezar su relación con la cantante del grupo El Sueño de Morfeo y había un montón de paparazzi esperándolo en la puerta. Él salió por otro lado. Pero yo lo hice por donde estaban todos los periodistas y se abalanzaron hacia mí y empezaron a preguntarme por Fernando.

—¿Qué le preguntaban?

—Que que me había dicho.

—¿Y?

—No dije nada.

—Normal.

—Sí, no tenía sentido.

—¿Algo, además de todo lo que ya me ha comentado que le de más sentido a su vida?

—Mis cuatro gatos y mis dos perros. Es gracioso porque se llevan súper bien. Mi padre tiene un coche grande y los mete a todos juntos detrás, a los gatos en una jaulita que hay, y a los perros sentados.

—¿Alguno por el que tenga especial debilidad?

—Mi gato Pirata. ¡Pesa ocho kilos, más que mi perra Fox Terrier! Me lo regalaron unas amigas en un cumpleaños. Lo vieron debajo de un coche, abandonado, lo trajeron a mi casa y dijeron: ¿quién es la tonta de los animales...? Me lo quedé. Es muy bonito. Tiene un pelaje negro impresionante. El veterinario me ha dicho, incluso, que lo puedo llevar a alguna exposición.

—¿Y?

—Nada, nada, conmigo. Si cuando me voy de viajes le digo a mi madre que me vaya poniendo uno a uno en la webcam para verlo en el skype . Me dice: «Ahora le toca a Pirata...». Luego a otro, a otro, y así hasta que veo a mis cuatro gatos y mis dos perros.

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