Cal y arena para Contador
La AMA rechaza las teorías de la carne contaminada y la autotransfusión

Inmerso en una montaña rusa, en el limbo jurídico de la lucha de competencias entre la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Alberto Contador intenta hacer vida normal sin conseguirlo. En medio del lodazal, sale a entrenarse cada día por los alrededores de Pinto. Dos horas a ritmo suave, preparación invernal, cadencia de crucero para no perder la forma y el pulso. Ayer recibió una de cal y otra de arena. La AMA, máxima autoridad mundial del antidopaje aunque sin competencias para sancionar en este caso (depende de la UCI), rechazó la teoría de la autotransfusión lanzada desde L'Equipe y New York Times, pero también descartó la hipótesis de la carne contaminada como causa del clembuterol encontrado en la orina del ciclista.
La exposición pública de Contador prosigue su curso. No existe una notificación oficial que le vincule a un caso de dopaje, tan sólo una llamada del jefe médico de la UCI Mario Zorzoli advirtiendo de los elevados índices de clembuterol en un control de orina del Tour. Y ahora la AMA ha tomado la palabra. Más elucubraciones en los medios, más expansión de los mundos web, pero ninguna confirmación.
La AMA propagó blanco y negro sobre la moral, aún sólida, del triple ganador del Tour. En menos de doce horas, dos comentarios de los máximos dirigentes del organismo han dado pábulo a todo tipo de especulaciones. También entre los asesores de Contador. Por un lado, el director científico del AMA Oliver Rabin aseguró que la eventual presencia de restos de plástico en la orina del corredor «no confirma un cambio de sangre. No se puede estar seguro al cien por cien que fuera una transfusión, hay otras explicaciones posibles».
Un asunto menos para el juicio global del ciclista, que no recibe notas oficiales pero que ya ha sido desacreditado ante la opinión pública. Contador ya conocía esta noticia desde el día anterior, cuando colgó en su twitter un enigmático mensaje: «Ahora más que nunca, querer es poder», escribió en castellano y en inglés.
Apenas habían pasado doce horas, la Agencia deslizó otro comentarista. Esta vez su director general, David Howman, a propósito del argumento del ciclista madrileño y su teoría del solomillo de Irún contaminado. «Esta excusa se ha utilizado antes; se ha escuchado en un par de casos y ha sido rechazada. Es bastante complicado probar que la sustancia prohibida proviene de la carne. El tribunal tomará una decisión y estaré de acuerdo con eso». La AMA no se cree la historia del filete y solicita una solución rápida a la UCI. O recurrirá al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) para que decrete una sentencia.
La pelota ha vuelto a su origen. El caso está como empezó. La UCI tiene que decidir si archiva el expediente o si lo traslada a la Federación Española para que ésta sancione. Contador, que no ha decidido si acudirá a la presentación del Tour 2011 (19 de octubre), sigue esperando.
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