Bajo el escenario de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, diferentes colectivos de la Comunidad han querido visibilizar la realidad de los cerca de 23.000 castellano y leoneses afectados por alguna de las enfermedades mentales existentes.
La desinformación de la sociedad hace que se mantengan muchos de los estereotipos que llevan a la marginación y a mantener los prejuicios hacia un colectivo perfectamente válido para jugar el papel que le corresponde dentro de la colectividad social.
«Todos tenemos a alguien cercano que sufre o ha sufrido alguna enfermedad de este tipo», asegura el presidente de la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Castilla y León (Feafes), Jesús Corrales Mateos. Y es que según sus datos, una de cada cuatro persona padecerá en algún momento de su vida alguna patología de este tipo.
Por su parte, la OMS determina que este tipo de enfermedades representan el 12,5% de todas las sufridas por la población, por delante incluso del cáncer o los problemas cardiovasculares.
Los datos aportados por la Fundación INTRAS, que viene trabajando por un nuevo modelo de atención a la enfermedad mental en el que el objetivo es conseguir que cada persona desarrolle un proyecto vital propio con un adecuado nivel de calidad de vida, hablan de que algunos estudios arrojan porcentajes de recuperación que alcanzan entre el 59 y el 69% de los casos.
No obstante, para ello se hace preciso el cambio no sólo en la mentalización de la sociedad sino en los propios modelos de atención a estas personas, y el incremento en el número de recursos destinados a su recuperación y reinserción, a través, según los expertos, de proyectos vitales propios e individuales.
Recientemente, el consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón, precisó que era necesaria la unificación de las «puertas de acceso» al sistema de atención para asegurar una correcta coordinación en la asistencia a los afectados y sus familias.
El nuevo modelo de atención a las personas con discapacidad por enfermedad mental, aunará los servicios sociales y los sanitarios para mejorar la coordinación a través de la creación de equipos mixtos de apoyo comunitario y la creación de residencias especializadas, una por provincia.
Un hogar y apoyo profesional
Los equipos de apoyo comunitario son grupos psicosociales para el desarrollo de intervenciones directas especializadas en el domicilio y en el ámbito comunitario, como apoyo y refuerzo a CEAS, en el marco de un Programa de Atención Individualizado y del trabajo en red. Los usuarios de este tipo de servicio será aquella personas que no se encuentra bajo un tratamiento, o que a pesar de contar con uno precisa del apoyo de un profesional.
Por lo que respecta a las residencias, se trata de un recurso muy demandado por las familias, las asociaciones y los propios profesionales. Los destinatarios serán personas con un marcado deterioro psicosocial, para que sean sus viviendas habituales con carácter temporal o permanente, según decidan los profesionales, y sirvan además como soporte para la recuperación y trabajar en su autonomía personal.
Su objetivo es proporcionar los servicios de alojamiento con manutención, cuidado, apoyo personal y social, así como la habilitación y el apoyo a la integración de estas personas.
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades espera poder extender este tipo de residencias a todas las provincias de la Comunidad.
