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Una comedia romántica de cine

LARA MARTÍNEZ

A la rica y típica comedia romántica. No huyan los que prefieren a la entrada del cine la película de acción. El empalague no llega a provocar diabetes. Pero la temática es conocida, previsible y, no por ello, deja de entretener, como lo consiguen las comedias románticas. Es tan sencillo identificarse con el/la protagonista que resulta un plan perfecto para empezar la velada con una sonrisa en la cara y el corazón henchido de amor. Por el otro o por uno mismo, que en plena moda «single», tampoco quedan fuera los solter@s por elección o situación. Eso sí, en este matrimonio liderado por Isa Ramirez (Los Niños Perdidos), que Patricia Díaz y Cristina Almazán inventaron para rescatar cine y amor, entre canciones y miradas lánguidas, coreos de Cañadas en una escenografía sorprendente que recuerda al Off Brodway, con los edificios en sombra al fondo y el minimalismo a flor de piel. Porque cuando los diálogos resurgen desde películas como «Descalzos por el parque» o «Gilda», no hace falta atrezzo. Más bien, dejarse llevar por el corazón. Y es que, por mucho que Tom Hanks y Meg Ryan se esfuercen por mantener con «Algo para recordar» o «Tienes un e-mail» pasiones a lo «Tú y yo», la esencia se quedó en los años 40 y 50. Ahora, Isa Ramírez y compañía escogen una boda como lugar del flechazo. Dos parejas que, entre canciones, bailes e interpretación reflejan la continua sincronía, el ritual de las relaciones, con su pasión y su desgarro pero también el miedo y el prejuicio. Ahora te quiero, ahora no. Pero, mientras, recordemos «Sonrisas y lágrimas», «Ghost» y tantas otras con guiños o escenas completas. Es tan cinematográfico el estilo y lenguaje del nuevo musical de Sin Ánimo de Pulcro que los cinéfilos ya tienen excusa para ir al teatro: con la iluminación y el atrezzo se consiguen los diferentes planos, la interpretación homenajea a grandes clásicos como la Hepburn o Jack Lemmon. Merece la pena la apuesta, que eleva a Sin Ánimo de Pulcro en su segundo montaje. Comercial en todos los sentidos, «Amores rodados» agradará a la mayoría de espectadores.

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