De novio en novio y de capricho en capricho, y en medio de todo ello, arrebatos de mal humor. La modelo Naomi Campbell está a punto de dejar su soltería para contraer matrimonio con Vladislav Doronin, el «Donald Trump ruso», que ha sido capaz de domesticar a la fiera. Aunque no es la primera vez en la que la británica ha tratado de llegar al altar, todo indica que la relación, que se inició en 2008, sí culminará con campanas de boda el próximo martes en Egipto.
De momento, ningún detalle ha trascendido sobre la gran boda egipcia, en la que sin lugar a dudas se darán cita un buen número de celebrities. Tan sólo, que el enlace podría celebrarse en el templo de Luxor, que la pareja pasará su idílica luna de miel en en el lujoso hotel Winter Palace, construido a orillas del río Nilo, y que la dama de honor sería la editora y diseñadora Dasha Zhukova, pareja sentimental del presidente del Chelsea, Roman Abramóvich. Lo que nos hace deducir, no sé sí con mayor o menor acierto, que tal vez ella pueda ser la encargada de confeccionar el vestido que la modelo llevará ese día tan especial.
Si finalmente la boda se celebra, Vladimir ya sabe con quién elige pasar el resto de su vida, puesto que conoció a Naomi en el Festival de Cannes poco después del último arrebato de cólera de la modelo, cuando fue arrestada por montar un show en un vuelo de British Airways. Desde entonces, han sido inseparables. Pero será el tiempo el que se encargue de poner las cosas en su sitio y dictar si este multimillonario ruso cerrará el círculo de parejas que han formado la vida sentimental de la modelo. Por sus brazos han pasado celebridades como el boxeador Mike Tyson; los actores Robert de Niro —el amor de su vida hasta ahora, según ella— y Silvester Stallone; el bajista de U2 Adam Clayton —con quien llegó a comprometerse—; el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton —que la dejó por la gran diferencia de edad que existía entre ambos— y el bailarín Joaquín Cortés, con el que mantuvo una explosiva relación, aunque no hay constancia de que ella le agrediera, como sí ocurrió con el empresario italiano Matteo Marzotto, quien confesó haber sido golpeado por la británica. «Me daba de palos, golpes de ciego», dijo la víctima, de 42 años, que para ese entonces era presidente de la casa de modas Valentino. Marzotto acusó a Naomi de abusiva, pues cuenta que ella se aprovechaba del alto cargo que él tenía en la firma para presentarse en las boutiquesde la misma y llevarse los artículos más caros, sin pagarlos. «Una vez me llamó para decirme que quería un abrigo de pieles, se lo envié a su casa, pero le advertí que lo usara una vez y lo devolviera. Ella se enfureció y me dio de palos», contó el italiano, echando más leña al fuego sobre el carácter endiablado que acompaña a Campbell.
Episodios para olvidar
Sea verdad o no, lo que está claro es que Naomi ha protagonizado a lo largo de su vida más de una episodio violento, y ya no sólo con sus parejas sino también con otras personas de su entorno. La supermodelo, que cumplió 40 años en mayo, atacó a un conductor de limusina en Nueva York el pasado mes de marzo, aunque no se presentaron cargos contra ella. Hace dos años, la declararon culpable por agredir a dos policías en el aeropuerto de Heathrow, en Londres. Un año antes, tuvo que hacer trabajos sociales por lanzarle un teléfono móvil a una de sus sirvientas. En 2005, un empleado la acusó de pegarle con su Blackberry y, cinco años antes, también fue declarada culpable por agredir a otra sirvienta con el móvil y tirarla del coche en movimiento.
Por todo ello, cuesta creer que en hebreo «Naomi» signifique «agradable» y «amable». Tal vez ahora, tras cruzarse en su camino el que está a punto de convertirse en su marido, la diva consiga hacer honor a su nombre.
