Cultura

Cultura

«La España de finales del XV también era una época de crisis»

Cultura

«La España de finales del XV también era una época de crisis»

El escritor y crítico de ABC Luis García Jambrina publica «El manuscrito de nieve», segunda entrega de las aventuras de Fernando de Rojas

Día 10/01/2011

El escritor y crítico de ABC Luis García Jambrina publica «El manuscrito de nieve», segunda entrega de las aventuras de Fernando de Rojas

Día 10/01/2011
imagen anteriorimagen siguiente

El escritor y crítico de ABC Luis García Jambrina publica «El manuscrito de nieve», segunda entrega de las aventuras de Fernando de Rojas

Día 10/01/2011

El escritor y crítico de ABC Luis García Jambrina publica «El manuscrito de nieve», segunda entrega de las aventuras de Fernando de Rojas

Día 10/01/2011
FOTO: DAVID ARRANZ
Luis García Jambrina
FOTO: DAVID ARRANZ
Luis García Jambrina
imagen anteriorimagen siguiente
Sólo faltó que le pusieran una calle. Con su primera novela, «El manuscrito de piedra», Luis García Jambrina se hizo en Salamanca casi tan popular como Vicente del Bosque. Hasta se creó un recorrido turístico, la Ruta Negra, que seguía los pasos del libro, que recreaba el ambiente esotérico, los muchísimos misterios de una ciudad que Jambrina conoce muy bien, pues es profesor de su Universidad. El protagonista era, nada más y nada menos, que Fernando de Rojas, metido a detective para esclarecer un extraño asesinato. Rojas y Jambrina vuelven al escenario del crimen con «El manuscrito de nieve» (Alfaguara).
«Fernando de Rojas está a punto de escribir “La Celestina”, y es ya un personaje mucho más complejo, que da mucho más juego y que ofrece aún más posibilidades narrativas. Luego... pues lo más probable es que salga de Salamanca y se aventure en otras ciudades, quizá en otros continentes», explica el escritor y crítico de ABC Cultural.
Rojas es un intelectual, un humanista, un hombre del Renacimiento. Pero, si se tercia, tampoco tiene inconveniente en convertirse en un hombre de acción y asumir su condición de sabueso. Un Sherlock Holmes con calzas y cobrando en maravedíes. «Así es, en el libro anterior se metía a detective más por obligación y por pagar una deuda que por otra cosa, lo hacía a regañadientes. Pero ahora, ya ha descubierto que esa tarea le gusta, como bien le enseña ese nuevo amigo que se ha echado y que se llama Lázaro de Tormes. Además, mejor que lo haga él y no otros con menos escrúpulos. Incluso progresará y pronto será como se les llamaba entonces con una palabra preciosa pesquisidor real».
Pareja de hecho
Rojas y Jambrina forman un matrimonio cada vez mejor avenido, una pareja de hecho... sobre todo literario. «Realmente, la primera nació sin voluntad de ser novela porque iba a ser un cuento. Pero, cuando más o menos iba por la mitad, me di cuenta de que ahí había el nacimiento de una saga. Cuando
escribes tu primera novela no sabes del todo en qué terrenos te estás metiendo. Hasta el final, hasta que no te llegan las primeras impresiones de algunos lectores, no estás seguro. Esta segunda está escrita de otra forma, con más seguridad, más familiaridad. En la primera era el personaje quien tiraba de mí, ahora sí que vamos juntos de la mano».
En «El manuscrito de piedra», además del ambiente universitario, sus tejemanejes, sus luchas de poder, Luis García Jambrina se sumergía en la Salamanca mágica del siglo XV, con su Cueva, sus iglesias centenarias, su bruja Celestina.
En «El manuscrito de nieve», el autor viaja por otros territorios, por otros paraísos más o menos artificiales, los de la Salamanca golfa, nocturna y marchosa. «En esos tiempos, Salamanca era la ciudad universitaria por antonomasia. Y, efectivamente, hay muchos testimonios en los libros de su vida nocturna, de una picaresca que roza lo delictivo. Una ciudad marcada por el disfrute de la vida, un auténtico microcosmos repleto de tabernas, de burdeles, de prostitutas, de garitos... Existía la prohibición de que los estudiantes portaran armas, aunque daba igual, las portaban. Además en la Universidad había otra jurisdicción y se cometían delitos que no podían ser castigados porque el estudiante estaba fuera de la jurisdicción del Concejo de la ciudad. Sí, era una ciudad muy nocturna y hasta cierto punto peligrosa. Era un mundo que luego, en buena medida, se trasladará a otros sitios, como Sevilla, porque por ahí pasaba todo el dinero, el oro y las riquezas que venían de América».
La vida, puro conflicto
Un tiempo, sin duda fascinante, el siglo XV, los Reyes Católicos forjando España, los tesoros de las Indias, los descubrimientos, la imprenta... «En cualquier época puede haber personajes y elementos fascinantes. Pero, objetivamente, esta época es muy interesante, es cuando nace el mundo moderno, cuando en un cambio brutal se pasa de la cultura medieval a
la renacentista. Para bien o para mal somos hijos de ella. Además guarda bastantes parecidos con los tiempos actuales. También fue una época muy conflictiva, de cambio, de transición, de agitación, de crisis en suma, hasta con profundos cambios tecnológicos como fue la difusión de la imprenta y el conflicto entre la oralidad y lo impreso. No faltaron tampoco ciertos grupos sociales que se vieron sacrificados y otros que medraron, como ahora. Pero entonces y hoy, la vida siempre es puro conflicto».
Sólo faltó que le pusieran una calle. Con su primera novela, «El manuscrito de piedra», Luis García Jambrina se hizo en Salamanca casi tan popular como Vicente del Bosque. Hasta se creó un recorrido turístico, la Ruta Negra, que seguía los pasos del libro, que recreaba el ambiente esotérico, los muchísimos misterios de una ciudad que Jambrina conoce muy bien, pues es profesor de su Universidad. El protagonista era, nada más y nada menos, que Fernando de Rojas, metido a detective para esclarecer un extraño asesinato. Rojas y Jambrina vuelven al escenario del crimen con «El manuscrito de nieve» (Alfaguara).
«Fernando de Rojas está a punto de escribir “La Celestina”, y es ya un personaje mucho más complejo, que da mucho más juego y que ofrece aún más posibilidades narrativas. Luego... pues lo más probable es que salga de Salamanca y se aventure en otras ciudades, quizá en otros continentes», explica el escritor y crítico de ABC Cultural.
Rojas es un intelectual, un humanista, un hombre del Renacimiento. Pero, si se tercia, tampoco tiene inconveniente en convertirse en un hombre de acción y asumir su condición de sabueso. Un Sherlock Holmes con calzas y cobrando en maravedíes. «Así es, en el libro anterior se metía a detective más por obligación y por pagar una deuda que por otra cosa, lo hacía a regañadientes. Pero ahora, ya ha descubierto que esa tarea le gusta, como bien le enseña ese nuevo amigo que se ha echado y que se llama Lázaro de Tormes. Además, mejor que lo haga él y no otros con menos escrúpulos. Incluso progresará y pronto será como se les llamaba entonces con una palabra preciosa pesquisidor real».
Pareja de hecho
Rojas y Jambrina forman un matrimonio cada vez mejor avenido, una pareja de hecho... sobre todo literario. «Realmente, la primera nació sin voluntad de ser novela porque iba a ser un cuento. Pero, cuando más o menos iba por la mitad, me di cuenta de que ahí había el nacimiento de una saga. Cuando
escribes tu primera novela no sabes del todo en qué terrenos te estás metiendo. Hasta el final, hasta que no te llegan las primeras impresiones de algunos lectores, no estás seguro. Esta segunda está escrita de otra forma, con más seguridad, más familiaridad. En la primera era el personaje quien tiraba de mí, ahora sí que vamos juntos de la mano».
En «El manuscrito de piedra», además del ambiente universitario, sus tejemanejes, sus luchas de poder, Luis García Jambrina se sumergía en la Salamanca mágica del siglo XV, con su Cueva, sus iglesias centenarias, su bruja Celestina.
En «El manuscrito de nieve», el autor viaja por otros territorios, por otros paraísos más o menos artificiales, los de la Salamanca golfa, nocturna y marchosa. «En esos tiempos, Salamanca era la ciudad universitaria por antonomasia. Y, efectivamente, hay muchos testimonios en los libros de su vida nocturna, de una picaresca que roza lo delictivo. Una ciudad marcada por el disfrute de la vida, un auténtico microcosmos repleto de tabernas, de burdeles, de prostitutas, de garitos... Existía la prohibición de que los estudiantes portaran armas, aunque daba igual, las portaban. Además en la Universidad había otra jurisdicción y se cometían delitos que no podían ser castigados porque el estudiante estaba fuera de la jurisdicción del Concejo de la ciudad. Sí, era una ciudad muy nocturna y hasta cierto punto peligrosa. Era un mundo que luego, en buena medida, se trasladará a otros sitios, como Sevilla, porque por ahí pasaba todo el dinero, el oro y las riquezas que venían de América».
La vida, puro conflicto
Un tiempo, sin duda fascinante, el siglo XV, los Reyes Católicos forjando España, los tesoros de las Indias, los descubrimientos, la imprenta... «En cualquier época puede haber personajes y elementos fascinantes. Pero, objetivamente, esta época es muy interesante, es cuando nace el mundo moderno, cuando en un cambio brutal se pasa de la cultura medieval a
la renacentista. Para bien o para mal somos hijos de ella. Además guarda bastantes parecidos con los tiempos actuales. También fue una época muy conflictiva, de cambio, de transición, de agitación, de crisis en suma, hasta con profundos cambios tecnológicos como fue la difusión de la imprenta y el conflicto entre la oralidad y lo impreso. No faltaron tampoco ciertos grupos sociales que se vieron sacrificados y otros que medraron, como ahora. Pero entonces y hoy, la vida siempre es puro conflicto».
Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Hoy en TV

Programación Televisión

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.