Cataluña

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El tripartito ya multiplicó por 6 el déficit no financiero de la Generalitat en 2008

El Gobierno de Montilla contrató a 5.400 empleados más pese a la caída de sus ingresos fiscales

Día 22/01/2011
En 2008, cuando el PSOE negaba la crisis y José Montilla empezaba a señalar, muy timímidamente, que la cosa no era invención exclusiva de Mariano Rajoy, la Generalitat aumentó su deuda consolidada en un 28% y multiplicó por 6 el déficit no financiero de sus cuentas. Ese año, el presupuesto de la Generalitat creció en un 10% pero los ingresos por impuestos indirectos —básicamente IVA y Actos Jurídicos Documentados, una de las principales fuentes de ingresos autonómicos durante el boom inmobiliario— cayeron un 16%.
El resultado de ese cambio de tendencia fue un déficit financiero de 3.141 millones de euros, «un aumento importante», reconocía ayer el síndic major de la Sindicatura de Comptes de la Generalitat, Joan Colom, tras hacer entrega de la auditoría de las cuentas autonómicas de 2008 a la nueva presidenta del Parlament, Núria de Gispert.
La crisis se subestimó
La deuda consolidada creció ese año hasta situarse en los 16.135 millones de euros y el tripartito rompió la tendencia iniciada en 2003 —con la bonanza económica— de reducir el gasto desplazado. Si en 2003 el primer gobierno de coalición asumión un gasto desplazado de CiU de 2.900 millones de euros, que el entonces conseller de Economía, Antoni Castells, redujo año tras año, en 2008 las cuentas catalanas se cerraron con un gasto desplazado al ejercicio siguiente de 2.505 millones de euros. Una tendencia que no ha dejado de crecer en los dos últimos ejercicios de crisis económica galopante y caída de los ingresos autonómicos, lo que explica la alarma nacionalista al revisar el estado de las arcas catalanas.
«La crisis se subestimó», apuntó ayer Colom tras señalar que, a pesar de la caída de los ingresos la Generalitat contrató en 2008 a 5.400 trabajadores públicos más, de los que más de un millar corresponden a administración general de la Generalitat, frente a 1.750 profesores y 930 mossos, en un año en que todavía se estaba completando el despliegue de la Policía autonómica.
Control sobre los sindicatos
Además de la Cuenta General de la Generalitat, la Sindicatura presentó ayer ante el Parlament su programa anual de trabajo para 2011, en el que incluye, junto a las fiscalizaciones de oficio, informes sobre ámbitos tan poco trasparentes como la concesión de subvenciones para formación a los sindicatos. El síndico mayor anunció que este informe, que dirige personalmente, se ha demorado por las resistencias de algunas entidades a dar información —la mitad de los ayuntamientos catalanes no ha respondido a la Sindicatura si ha otorgado o no ayudas de este tipo a los sindicatos— pero se comprometió a presentarlo en breve.
Hace dos años la Secretaría de Joventut puso en pie de guerra a los sindicatos catalanes al otorgar el 45% de sus ayudas a la Intersindical-CSC, «sindicato nacional y de clase» catalán próximo a ERC, que represnta el 0,43% de los delegados sindicales.
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