Cajasol - benetton
Hierve la defensa, cruje la Benetton (66-55)
Los italianos pierden la imbatibilidad europea en San San Pablo ante la versión más impermeable del Cajasol

No luce el donaire ni la grandeza de antaño pero tampoco es la Benetton un rival que desestimar. Descabalgaba en San Pablo arguyendo un impecable 7-0 en la Eurocup y en la morada sevillana demostró sus credenciales. Es más fuerte por la calidad de los elementos que por el bloque y tal vez sea esto lo que explique su irregularidad congénita, tan acentuada que está lindando con el descenso en Italia. Anda en la sima de su juego y aun así compite, da la cara. Al Caja, en cualquier caso, porque la costumbre es la costumbre y el perfil del equipo ya está bien definido en sus defectos y virtudes, le costó desentrañar la defensa enemiga por el acusado problema que tiene de lectura. Con ese déficit debe incrementar exponencialmente la temperatura de la caldera defensiva porque sólo así, con el cuchillo entre los dientes, tiene el equipo posibilidades de galopar. Y como desde los tacos de salida partió frío, sin los grados necesarios, la Benetton se sintió relativamente cómoda , fluida a ratos, sobre todo cuando Peric se erigió en estilete y esculpió un parcial de 0-8 que regó de preocupación relativa San Pablo.
Aquello, no obstante, no había hecho sino empezar. Quedaba todo el metraje. Katelynas, el día que se especulaba con su canje por el liberado Garbajosa (Plaza dijo que el ala-pívot ha sido ofrecido pero que él «no lo visualiza ahora mismo» en el equipo), quedó fuera de circulación a las primeras de cambio por dos faltas; Davis se las tenía tiesas con Brunner, y tampoco es que Bullock anduviera fino en el tiro. Otra costumbre. Pero eso sí, el Caja no baja los brazos nunca, así que enjaretó varios ataques acertados , plenos de efectividad, se puso tres arriba gracias a un triple de Urtasun que cerró el primer cuarto, y lo que vino luego fue un toma y daca. Nadie se hizo con el mando de las operaciones, con el tempo. Markovic, el cerebro transalpino, aún no carburaba; Plaza le dio incluso carrete a Cabanas en el puesto de cuatro, y no tardó mucho el técnico en habilitar a Kirksay como base postizo. Ay, Calloway, cuánto se te echa de menos.
Y emerge el gigante
Apretado el choque, en un puño, un punto arriba, uno abajo, al Cajasol le costó casi tres minutos y medio del segundo acto anotar su primera canasta en un litigio, ya a esas alturas, de marcado perfil bajo en la producción. El decorado iba a cambiar tras el descanso . Davis, desaparecido en combate en la primera parte, lo dejó todo para la segunda. Qué exhibición. Es un tipo imprevisible, pero fiable, valga la contradicción. Duro, un leño. Amaneció legañoso y le costó percutir por dentro hasta que, al fin, rasgó la solidez defensiva interior de la Benetton para que su equipo resolviera el problema de asimetría que le lastró en los primeros veinte minutos. Ocho puntos seguidos, cuatro de ellos orlados con dos mates, confirmaron que el tallo de Rochester se desperezaba. Con el gigante encelado todo es más fácil. Pudo con Brunner, una roca, así que Repesa tuvo que poner carne de NBA en el asador, Skinner, para candarlo. Lo consiguió, pero entonces apareció Katelynas. Se enchufó el lituano , contribuyó con seis puntos a que el granero cajista se llenase y, poco a poco, como si la efectividad en ataque hubiera repercutido en el cierre de los pasillos defensivos, la tropa de Plaza se endureció atrás. Vetó las maniobras bajo tablero una vez que el inédito Motiejunas pasó a engrosar el banquillo y fue entonces cuando la Benetton se fatigó. Tiró y tiró de tres, obcecado y obligado por el Cajasol, en gran medida porque Devin Smith, su martillo pilón en la cuerda exterior, estaba negado.
La Benetton, cada vez más desconcertada y con menos fuelle, se fue apagando, desorientada entre su desatino en el triple, la carencia de fuentes seguras de alimentación y la sangría de pérdidas en el último periodo. También las tuvo el Caja, pero presumió de manos rápidas (14 recuperaciones) y su frecuencia anotadora fue superior, gracias sobre todo a Davis, omnipresente, hiperactivo. Salió en todas las fotos. Si no anotaba rascaba falta de tiro. Y capturó rebotes ofensivos (siete), y robó balones… Un dolor de cabeza para el enemigo. Su empacho en el segundo tiempo, 16 puntos facturó, fue absoluto. No se puede quejar. Compartió minutos con Triguero en la pintura y tampoco defendió mal atrás, al revés. Hacía mucho que no se veía por Sevilla un cinco de tanto nivel. Ah, y el Caja es líder del grupo de mayor dificultad del Last 16. Viento en popa en la Eurocup.
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