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Los 11.000, otra vez a tiro

El Ibex-35 sortea la sesión con un fuerte ascenso del 1,48% y se convierte en el mejor de todos los índices europeos

Día 27/01/2011 - 20.18h
Los mercados del Viejo Continente se despertaban con un gran sobresalto: la agencia de calificación crediticia rebajaban el "rating" de Japón por primera vez desde 2002, hasta AA-, debido a que considera que los esfuerzos que está realizando el Gobierno contra el déficit son insuficientes. Eso debía ser lo que pesaba sobre el Ibex, por ejemplo, que comenzaba a la baja, dado que en el mensaje de la Reserva Federal tras su reunión ordinaria de política monetaria no hubo sorpresas: la economía se recupera, pero no con tanta potencia como para permitir una mejora del empleo, lo que provoca que no haya cambios en su política, ni de tipos ni de expansión monetaria con compra de bonos, que se mantendrá hasta mediados de año.
El selectivo español comenzaba la jornada con descensos moderados, aunque poniendo en peligro el nivel de los 10.600 puntos. Pero a las once de la mañana, el Ibex entraba en números verdes. Y, desde ahí, los avances fueron a más. Justo a las once de la mañana se publicaban datos de confianza de los diferentes sectores en la economía de la zona euro. La confianza del consumidor se mantuvo en negativo, de acuerdo con lo esperado. La que mejor se comportó fue la del sector industrial, que superó ampliamente expectativas, a diferencia con lo sucedido con el sector industrial. El indicador que aglutina todos los sectores bajó levemente desde los 106,6 puntos hasta los 106,5. No fue del todo mal. La otra referencia importante de la sesión fue la publicación del IPC alemán del mes de enero, que subió una décima respecto a diciembre, desde el 1,9%, hasta el 2% interanual.
El consenso de analistas consultado por Bloomberg había estimado que se situara en el 2,2%. Aunque los analistas consideran que la inflación que llega a Europa es importada por la subida del precio de las materias primas sobre todo, algún miembro del Banco Central Europeo, como Lorenzo Bini, ya comienza a afirmar que este fenómeno no puede ser ignorado durante mucho más tiempo, dando alas a los temores sobre una próxima subida de los tipos de interés. De hecho, dio muchos más bríos al euro que, al cierre de las Bolsas europeas, se cambiaba ya por más de 1,37 dólares. La moneda única también se ve apoyada por la idea, también transmitida por diversos miembros del Banco Central Europeo en el Foro de Davos, de que el fondo de rescate del Viejo Continente debería comprar bonos periféricos.
Estas declaraciones fueron las que debieron impulsar también a los bancos del Viejo Continente, además de a la divisa comunitaria. Porque, dentro del Eurostoxx 50, de los diez valores más rentables de la sesión, nueve fueron bancos. Aperam, la nueva ArcelorMittal, fue el que más ganó, con una revalorización del 5,28%. A continuación, Intesa SanPaolo, que ganó casi un 5%. ING ganó más de un 4%. Allianz y Société Générale avanzaron más de un 3%, al igual que el Santander y BBVA. Unicredito y Credit Agricole, un 2,44% y un 2,29%, respectivamente, mientras que BNP Paribas se apuntó un 1,95%.
Fuerte ascenso
En el Ibex 35, Sacyr Vallehermoso fue el valor que más ganó, al repuntar un 5,85%. Entre los mejores, además de los grandes bancos, Bankinter, que se apuntó un 3,28%. El Popular, mientras, ganó un 2,61%, después de trascender que a su emisión de cédulas hipotecarias en la que captó 500 millones de euros, la demanda ascendió a 900 millones. El Sabadell, en cambio, terminó la jornada en números rojos: retrocedió un 0,54%, hasta los 3,48 euros, después de presentar sus resultados. La entidad obtuvo un beneficio neto atribuido de 380 millones de euros, lo que supone un retroceso del 27,3% respecto al ejercicio anterior, después de destinar 968,1 millones de euros a provisiones.
Y, también en relación con la banca, ayer, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) realizó una emisión en la que captó 3.000 millones de euros, pero la prima de riesgo fue nueve veces superior a la que pagó hace catorce meses cuando realizó su primera emisión de deuda. Los bonos a tres años que emitió ayer tienen una prima de riesgo de 220 puntos básicos sobre el el indicador de referencia para este tipo de emisiones. En noviembre de 2009, la prima de riesgo era de 25 puntos básicos. Parece que la reestructuración de la banca se acelera: ayer Criteria estuvo suspendida de cotización durante la mayor parte de la sesión, ante los rumores que apuntan que La Caixa aprovechará su holding de participadas para convertirse en un banco.
El Ibex-35 pudo sortear la sesión con un fuerte ascenso del 1,48%, para dar un último cambio en los 10.828,70 puntos, poner a tiro a los 11.000 de nuevo y convertirse en el mejor de todos los índices europeos, seguido del Ftse Mib de Milán, que subió un 1,38%. Mucho más lejos se situó el Dax alemán, que apenas avanzó un 0,40%, o el Cac 40 francés, que se revalorizó un 0,26%. El PSI-20 de Lisboa ganó un 0,16%, mientras que el Ftse 100 británico cerró prácticamente en tablas.
Los analistas dicen que el Ibex se comportará en paralelo a como lo haga el prima de riesgo de España. Bien, pues ayer pudo ser una de las pocas excepciones a la regla. El interés del bono español a diez años se coloca ya en el 5,50%, muy cerca del máximo que marcó a principios de enero en el 5,54%, mientras que la prima de riesgo se amplió hasta el 2,30%. Esta última referencia pudo haberse deteriorado aún más, pero el "bund" alemán mitigó el efecto, dado que su interés subió hasta el 3,21%. Y el coste de los seguros contra el impago aumentó hasta los 275 puntos. Al selectivo no le fallaron los bancos. Y ningún otro gran valor. Porque Repsol YPF se apuntó un 1,51%, Iberdrola, un 0,92%, y Telefónica, un 0,76%. Aunque el valor que peor lo hizo fue Inditex, que sufrió un recorte del 2,18%. Pero muy pocos valores cerraron la sesión ayer con descensos. Acerinox perdió un 0,87%. A continuación, Acciona, que se dejó un 0,73%. Gamesa, Abertis, Grifols y Amadeus completaron la lista de valores en rojo.
Con la mirada en Wall Street
Estados Unidos, salvo por la Reserva Federal, no acompañaba. Porque los índices estadounidenses se comportaban con cierta volatilidad. Pesaba que se enfrentan a niveles técnicos muy importantes. Y, también, porque los datos macroeconómicos que se publicaron no invitaban a comprar Bolsa americana. El índice de actividad manufacturera de la Fed de Chicago, aunque pasó a números verdes, no lo hizo con la potencia esperada; además, los pedidos de bienes duraderos se desaceleraron más de lo esperado. Y lo más importante de todo: el paro semanal fue peor de lo previsto.
Durante la semana pasada, las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo alcanzaron las 454.000, por encima de las 403.000 de la semana anterior y de las 405.000 previstas por los analistas. El único dato positivo fue el inmobiliario: las preventas de viviendas aumentaron un 2% en diciembre en tasa interanual, el doble de lo esperado. Hoy se publicarán referencias de gran importancia al otro lado del Atlántico: por un lado, el PIB, que se espera haya crecido a una tasa anualizada del 3,5% en el cuarto trimestre del año pasado. Además, se conocerá el índice de confianza del consumidor que elabora la Universidad de Michigan, que se espera haya mejorado ligeramente.
Ayer continuaba la campaña de presentación de resultados. En Estados Unidos, gustaron los de Caterpillar, que subía ligeramente al cierre de la sesión a este lado del Atlántico. En Europa, los de Nokia, no, dado que al cierre, cedió un 0,83%. No por las cuentas en sí, si no por las previsiones. Y tampoco los de H&M.
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