Uno de los duelos electorales más interesantes de las próximas elecciones autonómicas y municipales será el que tendrá la capital balear como objetivo. Los contendientes: la actual alcaldesa, la socialista Aina Calvo (Palma, 1969), y el candidato del PP, Mateu Isern (Palma, 1959), un abogado y empresario sin experiencia.
Tras la restauración democrática, Palma de Mallorca contó con un alcalde progresista durante tres mandatos consecutivos, entre 1979 y 1991, con el socialista Ramón Aguiló como primer edil; para pasar luego a ser gobernada por los populares hasta 2007. Primero por Joan Fageda, también durante tres mandatos, y a continuación por Catalina Cirer, que hace cuatro años no pudo revalidar la mayoría absoluta y pasó a la oposición.
Cirer obtuvo en las pasadas elecciones municipales 14 regidores y Calvo sólo 11, pero la joven política socialista fue finalmente proclamada alcaldesa con el apoyo de los dos ediles del Bloc y de los dos de Unión Mallorquina (UM).
Este gobierno tripartito quedó roto hace un año, cuando UM fue expulsada del mismo por la aparición de un nuevo caso de presunta corrupción en el Gobierno balear. Desde entonces, el PSOE y el Bloc gobiernan en minoría en el Ejecutivo autonómico, el Consejo de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.
La elección del candidato del PP para la capital balear se resolvió hace apenas tres semanas, debido a que su gestación resultó mucho más compleja de lo previsto. La explicación hay que buscarla en que el presidente de la Junta Territorial de Palma, José María Rodríguez, es un veterano dirigente con aspiraciones de ser él mismo el candidato, mientras que el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, quería un representante de la imagen de renovación profunda que los populares quieren ofrecer tras para dejar atrás la era Matas.
Mateu Isern era la apuesta de Bauzá, aun siendo una persona más próxima a la órbita del alcalde de Calviá y antiguo rival de Bauzá, Carlos Delgado, hoy vicepresidente del PP.
El primer reto de Isern, previo incluso al de las elecciones, es el de ofrecer una imagen de unidad de los populares en la capital balear, que en estos momentos no se da. De hecho, el Grupo Municipal Popular ha contado hasta con tres portavoces distintos a lo largo de este mandato, además de ver cómo dos ediles y un ex edil fueron imputados en causas judiciales. Al mismo tiempo, la división interna en el citado grupo municipal entre partidarios de Rodríguez y seguidores de Cirer ha sido patente durante buena parte de este mandato.
El segundo gran reto de Isern será darse a conocer entre la ciudadanía, un poco como le ocurrió a Aina Calvo hace cuatro años, si bien la actual alcaldesa tenía ya una breve experiencia política como diputada regional y también como subdirectora general de Cooperación en el Gobierno central.
