Es algo así como un soplo de optimismo en un mar de calma económica. El centro comercial Las Arenas, abierto ayer tras largos años de obras y una inversión de 190 millones de euros —70 de los cuales aportados por Metrovacesa—, está llamado a convertirse en un hito de la Barcelona de los negocios, el primero que se abre después de varios años de parón total, y puede que el último en mucho tiempo, dada la ausencia total de grandes proyectos a medio plazo.
A tiro de piedra de la Fira, Las Arenas ofrece 31.000 metros cuadrados de superficie comercial, en el que se han ubicado diferentes ofertas, desde un multicines a un Museo del Rock, pasando por comercio variado y un gimasio con una pista de «jogging» circular que sobrevuela el perímetro del antiguo coso.