Canarias

Canarias / A MI GUSTO

El más allá

Les garantizo que lo que viene a continuación es un relato de ficción, con los matices del que piensa que la vida se va haciendo a medida que transcurre

Día 02/04/2011

LES garantizo, que lo que viene a continuación es un relato de ficción, con los matices del que piensa que «la escritura, el oficio y la vida se van haciendo a medida que transcurren», y de que estamos en un mundo de: «bueno, en fin», y de «esto me recuerda», o «ella dijo». Así, hace unos días, decidimos compartir una comida familiar con mi padre, cumplía noventa años.

Lo hacíamos en una tasca sin pretensiones, que lleva un nombre que a él le da escalofríos. Y es que Allende es sinónimo de: lejos, de la otra parte, del lado de allá.

Y él se resiste a dejar su «aquí» para adentrarse en lo desconocido y menos en ese allá del que nadie vuelve. Aunque le sugerí, y le gustó la idea, de que ir no era para siempre, solo era comer y pasar un rato, vamos, como hacer un viaje de ida y vuelta. Total que regañando entre dientes aceptó.

La buena acogida de Quique y Estéfano facilitaron las cosas, a pesar de la mala acústica del local, acentuada por el éxito que en la tropa tiene. Un ejemplo de que aún la cortesía y la educación son buenos recursos, incluso para superar las propias limitaciones y dificultades. El chef Jorge, sugirió y prometió un corte especial para las piezas de presa ibérica y lomo de buey, que al homenajeado no le defraudaron.

De vuelta a casa, caminando al ralentí, la conversación gira alrededor de su imaginario. Le pregunto. ¿Lo has pasado bien? Si. Aunque para mí fue demasiada comida, soy de una generación que conoció la escasez, y sabemos que en este país, la formula de abundancia con precio contenido reporta prosperidad.

¿Volverías? No sé. Creo que no. Será mejor no tentar a la suerte, por si a caso, todavía los miedos permanecen como estigmas en mi memoria. A uno de niño le inculcaron la religión a través de las fobias. Quizás por ello, cultivé la amistad de Orencio, el sepulturero del pueblo que me familiarizó con los fiambres del cementerio.

Pero cambiemos de tema, que me deprimo ¿tu donde vives? A unas manzanas de tu casa, en los aledaños del Ayuntamiento. Siendo así, tú eres vecino de un hijo mío. Don Rodolfo, ese hijo soy yo. ¡Me cachis, cómo estoy! Y muerto de risa comenta: es broma, ya sé que eres tú, son los aromas del tinto y del gin-tonic que me aturullan. ¡Menudo coñón!

Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.