Ya sabemos que el tenis está de moda, y estos días Madrid es el kilómetro cero de numerosos personajes, famosos y celebridades. Si el martes pasado el modelo holandés Mark Vandeloo acaloró las gradas de la Caja Mágica de Madrid, el jueves lo hizo la supermodelo brasileña Camila Alves, invitada estrella como embajadora de Lexus, patrocinador oficial del Madrid Open 2011.
Y más allá de los partidos, se cuecen muchas cosas en torno al tenis. La fiesta más «chic» de todas se celebró en el Casino de Madrid: un «drunch» (esto es, entre merienda y cena) en la nueva terraza by Jaime Hayón.
La modelo declaró que le encanta visitar España y se sintió especialmente a gusto en Madrid. Destaca de aquí el jamón, el vino y sobre todo la gente. Muy simpática con los medios, Camila comentó que los españoles son muy alegres y dulces.
Sobre su pareja, el actor Matthew McConaughey, dijo que es un hombre muy sencillo y que de momento no tienen planes de boda, ya que están muy bien como están. Matthew se había quedado en casa con los niños para que ella pudiese realizar este viaje a España, pero Camila confesó que aunque está tranquila también está impaciente por regresar a casa y poder disfrutar de tiempo de calidad con ellos.
Alves derrochó sensualidad y elegancia con un vestido blanco de Ungaro, que acompañó con un bolso de su propia colección y zapatos de Yves Saint Laurent.
Entre los invitados a los que la modelo recibió se encontraban, entre otros, Feliciano López, Novak Djokovic, Laura Ponte (que lució joyas de su propia colección, Luby&Lemerald, y unos pantalones marineros blancos con abotonadura dorada de BDBA) o la actriz Natasha Yarovenko.
