Castilla y León

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La mítica locomotora 31 descansa ya en el Museo del Ferrocarril

La Junta cede a Ponferrada la máquina que remolcó durante décadas el tren correo que comunicaba este municipio y Villablino

Día 20/05/2011

La locomotora número 31 del tren Ponferrada-Villablino ya está en casa. La más emblemática máquina de vapor de la línea del valle del Sil volvió ayer a la antigua estación, reconvertida ahora en Museo del Ferrocarril, como «seña de identidad del pasado, del presente y del futuro de la comarca del Bierzo, unidos al carbón y a su desarrollo industrial». En esos términos se manifestó ayer el consejero de Fomento, Antonio Silván, quien supervisó personalmente los trabajos de descarga de la locomotora, propiedad de la Junta de Castilla y León y cedida al Ayuntamiento de Ponferrada, para su depósito y exposición pública.

En cuanto culminó el depósito de la pieza ferroviaria en su nuevo emplazamiento, Antonio Silván defendió que se trata de un símbolo e «historia viva de Ponferrada». En su discurso, incidió en que la cesión «pone en su sitio la historia del Bierzo y nos llena de orgullo. Ha venido por carretera, pero va a ocupar sus raíles. Es la seña de identidad del Bierzo y de la minería».

Previamente, el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, destacó que el regreso de esta vistosa máquina de vapor a la capital del Bierzo supone un «homenaje a las personas que trabajaron por el desarrollo de la comarca, que hicieron posible que Ponferrada sea hoy lo que es. Es nuestro humilde pero sentido reconocimiento para ellos».

40 años de viajes

En un transporte especial, en un lento viaje por carretera, la emblemática locomotora 31, «Señora de las vías del Sil», regresó a Ponferrada y a la estación de donde salió diariamente durante cuarenta años. Se trata de una máquina de vapor totalmente restaurada en el año 2001 y lista para funcionar desde entonces, a la espera de que se materialice el proyecto del tren turístico entre Ponferrada y Villablino. La pieza había llegado a Ponferrada, por primera vez, en el año 1943 de la mano de la Minero Siderúrgica de Ponferrada, que la compró por 268.000 pesetas, y que la mantuvo activa, para el transporte de viajeros hasta 1983. En ese momento, fue destinada al servicio de abastecimiento de carbón a la térmica de Compostilla, hasta 1989, cuando cesó su actividad.

Las labores para descargar la locomotora y colocarla en el hangar duraron poco más de media hora y se llevaron a cabo ante la atenta mirada de antiguos ferroviarios, muchos vecinos nostálgicos o simplemente curiosos. Un centenar de personas, entre los que destacaban el último jefe de la estación del tren de MSP, Tino Martínez, quien a sus 83 años, recordó como, con su silbato, daba salida al tren correo que encabezaba la locomotora 31. A su lado, el jefe de maquinistas, Erin de la Mata, que guió las locomotoras durante 41 años.

El consejero de Fomento, Antonio Silván, quien recordó que es nieto de un maquinista berciano, no pudo ocultar su emoción en un momento cargado de simbolismo, que fue el acto central del Día Internacional de los Museos en Ponferrada. La máquina se podrá ver en el Museo del Ferrocarril, en jornadas de puertas abiertas para todos los visitantes, hasta el domingo.

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