Hazte premium Hazte premium

entrevista

«En Inglaterra existe mucha hipocresía sobre el mundo del toro»

Tras tres años de visitas a España, acaba de publicar el libro «Into the Arena. The world of the Spanish bullfight» —que se vende en el portal Amazon—, en donde refleja sus experiencias del mundo taurino

«En Inglaterra existe mucha hipocresía sobre el mundo del toro» FELIPE GUZMÁN

andrés gonzález-barba

Alexander Fiske-Harrison es un escritor y actor inglés que ha publicado artículos en prestigiosas revistas británicas. Es autor también de la obra teatral «The Pendulum», que él mismo protagonizó

—Antes que nada, ¿cómo comenzó esta aventura del toreo en Sevilla?

—Todo se inició a raíz de un artículo que escribí en Londres para el «Prospect Magazine», una revista muy intelectual. Era un texto sobre la tauromaquia en el que sobre todo me interesó plasmar la hipocresía que existe sobre el mundo del toro en Inglaterra, siendo un país en el que anualmente se sacrifican, por ejemplo, 850 millones de pollos. Todos los domingos nos sentamos con un rosbeaf en el estómago y vemos los documentales de la BBC sobre la naturaleza en donde se puede ver cómo se asesina a un búfalo. Son capaces de ver esto pero dicen que los españoles son diablos por las corridas de toros. A partir de ahí, ordené mis ideas y escribí un artículo. La repercusión fue tan grande que todas las agencias informativas del mundo, desde la India hasta Estados Unidos, desde la CNN hasta Al Yazira, hablaron sobre lo que había escrito. En ningún momento hice una defensa de las corridas de toros, sino que me limité a pedir que tuviéramos una apertura de mente hacia lo que estábamos haciendo y por qué emitíamos juicios. A partir de ahí, mi agente literario me ofreció la posibilidad de escribir un libro sobre esta materia. Para ello inicié en 2008 un blog en internet.

—¿Cómo ha sido la experiencia en España desde que llegó en 2008?

—Antes de mi viaje de 2008 había asistido a seis corridas en España a las que me llevaron mis padres. La primera fue el 14 de marzo de 2000 en la Real Maestranza de Sevilla. Fue la última novillada de El Fandi, ya que tres días después tomó la alternativa en Granada. Nunca vi nada como esto. Empezó su corrida a porta gayola. He de decir que era un buen torero, muy profesional y atlético, aunque ahora el Fandi no es de mi gusto, pero la primera vez que lo vi fue increíble. Todo aquello me fascinó como una introducción. A partir de ahí, Nicolás Haro comenzó a hacerme fotografías en Sevilla. A través de varios amigos conocí a Adolfo Suárez Illana y formé parte de su cuadrilla en Castellón. Fui a un tentadero, el de Fuente Ymbro, y tuve como maestro a Miguel Ángel Perera. Adolfo Suárez me enseñó a coger la muleta en Castellón y me enseñó a templar. Así estuve un año, no sólo como observador, sino también yendo a los tentaderos. Fui a El Saltillo, de Enrique Moreno de la Cova. Allí estuve con Juan Ignacio Padilla, que trajo también a Finito de Córdoba. Conocí a Cayetano Rivera Ordóñez, que me invitó a la corrida Goyesca de Ronda. También corrí delante de los toros en Pamplona e hice cientos de cosas distintas durante ese primer año.

—¿Tuvo a Hemingway como modelo?

—Lo que tenía claro es que no estaba haciendo las cosas mejor que Hemingway. Él llegó a España en 1923 e hizo muchísimo, pero yo no me podía limitar a comprar unas entradas y ver los toros desde las gradas. Por eso fui a Jerez y, a través de Enrique Moreno de la Cova, conocí a Eduardo Dávila Miura. Él ha sido mi maestro. Me entrenó desde febrero a julio. Me enseñó un toreo de salón y me llevó a correr al Parque de María Luisa para estar en forma. Fui a varios tentaderos como los de Núñez del Cuvillo, Borja Domecq o Miura.

—¿Cuál fue su primera lidia?

—Enrique Moreno de la Cova me donó un novillo del Saltillo, «Conséjote», que nació en noviembre de 2007. La lidia se celebró en la finca de «Miravalles» el 5 de noviembre de 2010. Estuve acompañado por todos mis amigos de tertulia: los duques de Segorbe, Eduardo Dávila Miura, Antonio Miura y Rafaelillo.

—¿Qué opinión existe en Inglaterra sobre la decisión del Gobierno francés de considerar la tauromaquia Patrimonio Inmaterial Cultural?

—Los periódicos británicos no informaron sobre ello. No comprendían el interés de los franceses en las corridas. En Inglaterra se suele seguir la regla del juego limpio y se habla de la crueldad de las corridas. Ellos hablan de las corridas como una «lucha de toros» («bullfight»), pero no ven el arte. Tienes que explicar a la gente que la corrida es como una obra trágica de teatro. Si no mataras al toro sería como si Hamlet viviera al final, y eso sería un final feliz de Hollywood.

—¿Cuáles son sus toreros favoritos?

—El primero de todos es José Tomás. Lo vi por primera vez en Jerez en 2009 con toros de Núñez del Cuvillo. Me encanta su porte y su manera de parmenecer estático sobre la arena, como una columna. Me gusta su filosofía de vida, no concediendo muchas entrevistas, y que también sus corridas no sean televisadas. Para mí Tomás tiene la mejor muleta del mundo. Por otra parte, Morante de la Puebla tiene el mejor manejo del capote que he visto.

—¿Y el Juli y Manzanares?

—El Juli cada vez me gusta más, pero Manzanares no me transmite mucho, algo que es una opinión subjetiva. Admito que es muy brillante, pero no sé por qué no me transmite nada. En cambio Morante me transmite lo que la gente me ha explicado sobre el concepto del duende. Hay una tristeza en su gesto, reflejándose el cante jondo en su persona.

—¿Cree que con su libro hará que el lector anglosajón comprenda mejor las corridas de toros?

—No les pido que les gusten las corridas, pero tampoco que prohíban cosas ni que haya censuras sobre el tema.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación