MADRID
El almirante Nelson ha debido removerse en su tumba al ver a la gobernadora general de Australia, Quentyn Bryce, visitando los astilleros de Navantia en El Ferrol, donde se construyen los dos mayores barcos de guerra que operará la Marina Real Australiana: dos buques LHD, inspirados en el «Juan Carlos I». Es la primera vez que la Marina australiana ha encargado este tipo de barcos fuera de su país, de Estados Unidos y del Reino Unido. El primero, el «Canberra», fue botado en febrero con dos meses de adelanto, pero aún está en pruebas y debe ser equipado antes de su entrega en 2014. El segundo, el «Adelaide», será entregado en 2015.
Navantia, que ya se ha adjudicado otros contratos de la Marina australiana, firmó ayer uno nuevo para suministrar los sistemas de comunicación interior de tres destructores. Ello supondrá unas 72.400 horas de trabajo en las instalaciones de San Fernando (Cádiz).
La gobernadora de Australia afirmó ayer que los «barcos lucirán con orgullo la bandera de Australia y harán honor a sus orígenes españoles». Bryce hizo estas afirmaciones durante el almuerzo que los Príncipes de Asturias le ofrecieron a ella y a su marido, Michael Bryce, en el Palacio Real y al que asistieron 59 invitados, entre ellos, los presidentes del Tribunal Supremo y del Constitucional, las ministras de Economía y de Exteriores, la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital, el jefe de Estado Mayor de la Armada y destacados empresarios (Acciona, Villar Mir, Técnicas Reunidas, Navantia, Freixenet, Sacyr, Abengoa...).
Don Felipe, en el brindis, instó a extender la cooperación empresarial con Australia, presente en defensa, energías renovables, infraestructuras y transportes, a otros sectores.
